…Y hace 29 días Cerdán estaba sentado en el Congreso a un metro de Pedro Sánchez

El preso de Soto del Real cuyas imágenes muestra hoy OKDIARIO se sentaba a un metro de distancia de Pedro Sánchez en el Congreso hace menos de un mes. Hace sólo 29 días, el que fuera mano derecha del presidente del Gobierno y secretario de Organización del PSOE, aún se sentaba en su escaño en el Congreso de los diputados. Ese 11 de junio, la vida de Santos Cerdán estaba a punto de cambiar para siempre, con la publicación al día siguiente del demoledor informe de la UCO que provocó que acabara dando con sus huesos en la cárcel. El ingreso llegó el 30 de junio por orden del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente.

Pedro Sánchez entregó la cabeza de Santos Cerdán como consecuencia de la publicación de ese informe, y argumentó, en una comparecencia con aire de funeral en la sede del PSOE en Ferraz, que no era conocedor de las andanzas de su mano derecha, un Santos Cerdán que tejió toda una red de amaños de contratos públicos para cobrar mordidas. Sánchez se hizo el sorprendido, pero es ilustrativo que el día anterior a que el informe saliera a la luz, ya evidenció que era conocedor de lo que se venía encima con el clarificador gesto que le dedicó a Cerdán, a quien fulminó con la mirada en la Cámara Baja.

Santos Cerdán ha sido diputado por Navarra desde el 21 de mayo de 2019, son más de seis años compartiendo grupo parlamentario con Pedro Sánchez, en una época en la que la ascendencia del hoy encarcelado por corrupción iba creciendo hasta el punto de que fue nombrado secretario de Organización del PSOE tras la primera defenestración del también imputado José Luis Ábalos.

De Navarra se trajo a su escudero Koldo García, a quien colocó como asesor de Ábalos en el Ministerio de Transportes. Hay que recordar que, tal y como el propio Ábalos confesó, Sánchez le informó de que Koldo estaba siendo investigado por la UCO el 28 de septiembre de 2023, cinco meses antes de que el escándalo saltase a la primera plana con la detención del asesor. Fue el inicio de un caso Koldo que ha provocado que Cerdán viva hoy tras los barrotes de su celda en Soto del Real.