Cooperación Española

El Gobierno impulsa talleres sobre «corporalidades fluidas» y «juguetes sexuales» en América Latina

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El Gobierno de España, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, desarrolla en los últimos años una labor de adoctrinamiento ideológico en países de América Latina. Un vistazo a la programación de Cooperación Española, un organismo español oficial, permite comprobar cómo se trata de decenas de actos sobre «ecofeminismo», «disidencia trans», «talleres para niñes» o «juguetes sexuales».

Este organismo público recibe 570 millones de euros de financiación al año. Desarrolla labores humanitarias en países en vías de desarrollo, pero también tiene 18 centros culturales en América Latina y Guinea Ecuatorial que impulsan eventos con un claro tinte ideológico. Se trata de debates y mesas redondas que bien podrían organizar desde Podemos.

«La curandería feminista y maneras de dinamitar el espacio», «juguetes sexuales, mitos y realidades», «mamografías de una mujer que no existe», «derecho de vida: miradas ecofeministas en el arte costarricense», «noche fiera: TRANSitables y Amor Queer» son algunas de las actividades que ha recogido un tuitero y que ha causado la indignación de miles de personas en las redes sociales.

Otra actividad polémica es «Elles cuentan Iberomérica: Y si yo fuera puta», un simposio organizado en noviembre por Amara Moira, una pensadora que se define como «travesti, feminista, doctora en Teoría y Crítica Literaria por la Universidad Estatal de Campinas, Brasil»

Por ejemplo, en Perú los asistentes al Centro Cultural ligado al Gobierno de España han encontrado en las últimas semanas actividades como el taller «Los hombres también bordan», la sesión «Futurabilidades Queer (sic.): Imaginación política y transformación social» o la fiesta «Trans Fest» con «conversatorios y shows artísticos».

En Argentina más de lo mismo. «Análisis y creación de campañas LGTBIQ+», «Transpoesía», «Taller danza y expresión libre para niñes», «Salva a las Kikis» con una drag queen o, entre otros, «Tecnofeminismos, modos de (re)elaborar la historia del arte y la tecnología desde una perspectiva de género».

Otras actividades del Gobierno en América Latina.

Llama la atención que publican la foto de menores. En particular, el Centro Cultural España en Córdoba publica: «En el marco de Desborda les recordamos que mañana llega una nueva actividad. Tiziana, niña trans de 13 años, llega a nuestra casa con dos hermosas actividades».

También con el logo de Cooperación Española y el escudo del Gobierno de España se organizan actividades como «Corporalidades fluidas, sexualidades diversas». Se trata de actividades con todo lujo de comodidades: hay una labor de promoción en redes sociales, se emiten en streaming e incluso tienen servicio de lenguaje de signos para sordos. No obstante, los vídeos en YouTube no llegan ni a las 30 reproducciones en la mayoría de casos.

La lista de actividades donde se impulsan las tesis de Podemos es interminable. En El Salvador se organizan talleres para aleccionar a los reporteros en «periodismo feminista con enfoque en los cuidados». En Nicaragua se monta una exposición sobre el papel de las mujeres en la oceanografía o en Paraguay se impone el concepto de «feminismo indígena».

La mayor parte de las actividades están colgadas en YouTube y permiten rescatar momentos antológicos. En la charla «Corporalidades fluidas» celebrada en el Centro Español en Bolivia una de las personas asistentes al acto del Gobierno de España empezó a exponer que «una prima» suya se «enrolló con un enano con joroba y no podían tener una sexualidad sana».

«Es la turra sin fin», lamenta el tuitero que ha destapado estas actividades. Agrega que los directores de estos centros cobran entre 55.000 y 67.000 euros anuales en países donde el nivel de vida es mucho más barato que en España. Otro internauta indica que la lógica dice que la Cooperación Española debería «enseñar contabilidad y microeconomía» para el desarrollo de estas zonas empobrecidas en lugar de estos temas sexuales. «Luego que si lo de los chiringuitos no es verdad…», deja caer otro tuitero de nombre John.

«Esto lo pagan con nuestros impuestos. Casi vomito. Esto tiene que parar», son otros comentarios. «Antes el Centro Cultural Español de Lima albergaba muy buenas exposiciones de cine, pintura, literatura. Muchas veces visité su bien nutrida biblioteca. Ahora ese local es un espacio fantasmal, casi clandestino, con muy pocos visitantes», lamenta Marko que conoce de primera mano estas instalaciones.

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