La familia de una fallecida en una residencia: “Se mueren por el virus y no los están contando”

Montaña Rodríguez ha perdido a su suegra en la residencia El Cuartillo de Cáceres. Cuenta que su madre, que vive en el mismo centro, no cuenta con las garantías médicas adecuadas. En una entrevista para OKDIARIO, denuncia la poca información que reciben y la falta de material de los centros de mayores.

«No sabemos nada. Apenas tenemos información», lamenta Rodríguez. La madre de su marido falleció y ambos temen que las muertes en residencia no sean contadas como fallecidos por coronavirus. Sus sospechan residen en que los ancianos no son sometidos a test y, por lo tanto, se desconoce a ciencia cierta la causa de su fallecimiento.

«Queremos saber cuántos fallecidos hay y cuántos hay en aislamiento», piden. «Necesitamos que se sepa la verdad. Hay fallecidos que no se han contado como fallecidos por Covid. Están en aislamiento y mueren allí pero como no hay test no se sabe de qué se mueren, son fallecidos que no se cuentan», relatan.

Montaña Rodríguez quiere agradecer a los trabajadores de la residencia su trabajo y aclara que sus quejas no son sobre ellos, sino sobre la falta de material del que disponen por parte del Gobierno: «Nosotros estamos con todos los que trabajan allí y estamos muy agradecidos con ellos porque sabemos que lo están dando todo”, declara. «Sin embargo, pedimos que les den respiradores. Sabemos que no cuentan con ellos ¿Cómo están entonces los ancianos que están en aislamiento?», se pregunta.

La afectada tiene, además, otro mensaje para el Gobierno: «Se tienen que acordar de las personas de las residencias porque son los que levantaron el país después de la guerra. Esta no es manera para estar muriendo».

La situación en las residencias de ancianos es crítica. Los centros avisaron al Gobierno antes del comienzo de la expansión del coronavirus de que se necesitaba material y protocolos. Los trabajadores aún no cuentan con la protección necesaria para no contagiarse o contagiar el virus. Muchos de ellos han optado por residir de manera temporal en los propios centros para evitar la propagación.