España
Fue el primer presidente de la Xunta

Fallece el ex presidente de la Xunta de Galicia Gerardo Fernández Albor

El expresidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor ha fallecido en la mañana de este jueves en Santiago de Compostela, a los 100 años de edad, según han confirmado a Europa Press fuentes próximas al histórico político gallego.

La vocación le llevó por el camino de la Medicina, carrera que inició en la Universidad de de Santiago de Compostela y que concluyó tras verse interrumpidos sus estudios al empezar la Guerra Civil en 1936, aunque esto no le impidió involucrarse en la vida pública.

El paso hacia adelante en política lo dio de la mano de Manuel Fraga, con quien entró de lleno en política al concurrir a las primeras elecciones autonómicas de octubre de 1981 como candidato de Alianza Popular, una decisión que lo convirtió en el primer presidente gallego elegido en las urnas. El pasado mes de septiembre celebró junto con los suyos un siglo de vida.

«Amante de su tierra»

Como «un amante de su tierra y de la libertad». Así se veía Gerardo Fernández Albor (Santiago de Compostela, 1917-2018), el «doctor Albor», como le gustaba que le llamasen, el médico instruido como piloto aéreo en Alemania tras estallar la Guerra Civil y el discípulo del galleguismo de Ramón Piñeiro que introdujo en la Xunta al convertirse en el primer presidente autonómico elegido en las urnas en octubre de 1981.

El autogobierno en Galicia empezaba a caminar con la promesa de Albor de que Alianza Popular (AP) no utilizaría su poder en Galicia «como arma de presión» en España. Con más de 60 años, un perfil liberal y de la mano de Manuel Fraga había decidido entrar de lleno en política. Su ausencia de significación durante el franquismo contribuyó a abrirle las puertas.

Pero este médico compostelano, cuyos 100 años de vida resumen la historia contemporánea de la autonomía, desembarcó también en la Xunta con una maleta llena de experiencias vitales. Y es que había empezado a cursar Medicina en la capital gallega cuando tuvo que interrumpir sus estudios en 1936 y fue enviado a Alemania para instruirse como piloto.

Como contaba él mismo, a diferencia de compañeros que continuaron en aviación, él regresó a su ciudad, donde se licenció en Medicina. Tras pasar periodos formativos en distintas urbes europeas, lo que le permitió aprender varios idiomas, hizo carrera como especialista en Cirugía General y Digestiva y logró cumplir uno de sus sueños al fundar el Policlínico La Rosaleda, centro del que se sentía muy orgulloso.

Casado con Asunción Baltar y padre de siete hijos, su prestigio profesional estaba vestido con el humanismo y la cultura de quien mantuvo en los 50 y 60 contacto fluido con intelectuales como Domingo García-Sabell, llegando a formar parte del grupo ‘Realidade Galega’.

Cuenta su amigo, el profesor Marcelino Agís, que fue Ramón Piñeiro quien le convenció de la necesidad de que el galleguismo «estuviese en todos los partidos».