España

ETA vuelve a elegir el sur de Francia para el acto de propaganda de su supuesta disolución

La banda terrorista ETA no deja de llamar la atención con  actos propagandísticos que buscan blanquear su historia de 50 años de asesintos, secuestros y extorsiones. Este lunes, la dirección terrorista ha hecho saber que la escenificación de su supuesta disolución se celebrará el próximo día 4 de mayo en la localidad vasco francesa de Kanbo, cercana a Bayona.

Los detalles del evento en la localidad del Departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania, los ofrecerán en rueda de prensa en un hotel de Bayona el portavoz del llamado Foro Social, Agus Hernán, la representante de Bake Bidea Anais Funosas y el miembro del autoconstituido Grupo Internacional de Contacto (GIC) Raymond Kendall.

El encuentro será una reedición de la farsa montada bajo el nombre de ‘Conferencia Internacional de Paz’, celebrada el 17 de octubre de 2011 en el Palacio de Aiete de San Sebastián, previa al anuncio de ETA sobre el cese de su actividad criminal.

Los participantes en el encuentro consensuarán un breve comunicado, que se leerá en el transcurso del evento. Se prevé que todo ello preceda a la presunta desaparición definitiva de ETA, que la banda hará efectiva a través de una nueva y última declaración.

Han transcurrido más de seis años desde que ETA desistiera de forma definitiva de la violencia y más de uno desde que montara un ‘happening’ haciendo como que era su desarme definitivo, precisamente en Bayona, el 8 de abril de 2017. Ese día aseguró que había entregado en ocho depósitos enterrados en Francia 120 armas y tres toneladas de explosivos.

La disolución de ETA se escenificará prácticamente un mes antes de que se cumpla el 50º aniversario del primer crimen de ETA, el del guardia civil José Antonio Pardines Arcay, al que asesinó el 7 de junio de 1968, cuando regulaba el tráfico en la carretera N-1, a la altura de Villabona (Guipúzcoa).

La banda, que nació el 31 de julio de 1959 bajo el nombre de ‘Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad)’, deja un historial de 826 víctimas mortales —con más de 300 crímenes aún sin esclarecer—, casi un centenar de secuestrados y miles de extorsionados.