España
'ESCOLTAGATE'

La escolta-recadera de Montero sobre la segunda niñera-alto cargo: «Pasaba todo el día en Galapagar»

Irene Montero utilizó no sólo a la ex diputada podemita Teresa Arévalo, hoy en el gabinete de la ministra de Igualdad, como cuidadora de sus hijos, sino también a una asesora a sueldo de Podemos. Así lo ha desvelado este martes ante el juez la ex escolta de la ministra, Elena González, a quien Montero utilizó como recadera y chófer de la familia. La testigo ha asegurado al juez Juan José Escalonilla -que investiga a Podemos por financiación ilegal- que ella «llevaba personalmente hasta el casoplón de Galapagar» a la asesora Gara Santana, jefa de prensa del partido, para «encargarse del cuidado de los menores», según ha podido confirmar OKDIARIO. La lista de mujeres de la formación a las que la feminista Irene Montero ha empleado para labores domésticas va en aumento.

«A esa señora –en referencia a Gara Santana– no le pagaba ni Pablo Iglesias ni Montero, sino que cobraba de Podemos», ha sentenciado la ex escolta. Esta revelación es clave para investigar a la ministra por un presunto delito de administración desleal, castigado con penas de prisión de 1 a 6 años y multa de 6 a 12 meses. Fuentes presentes en el interrogatorio aseguran a este periódico que la testigo ha manifestado que Santana trabajó jornadas de ocho horas diarias en el domicilio de Iglesias y Montero en la urbanización La Navata. «Se encargaba del cuidado de los mellizos, Manuel y Leo, tras recibir el alta hospitalaria en el Gregorio Marañón donde estuvieron ingresados al nacer prematuros», ha afirmado González.

La asesora Gara Santana es pareja del diputado podemita Rafael Mayoral. Éste la enchufó como jefa de prensa del partido y como redactora del diario de Dina Bousselham, que Pablo Iglesias utiliza para atacar a los jueces que investigan su corrupción y a los periodistas críticos con el Gobierno. Mayoral mantuvo una breve relación con Montero antes de que ésta se convirtiera en la pareja oficial de Pablo Iglesias y, más tarde, ministra de Igualdad. La actual pareja de Mayoral, como es habitual en Podemos, no ha dejado de ascender en la estructura del partido desde que comenzó su noviazgo con el secretario de Movimientos Sociales de Podemos.

Tras aterrizar en Madrid en 2015 de la mano de Victoria Rosell, Gara Santana se convirtió en la jefa de prensa de Irene Montero y, ya como pareja de Rafa Mayoral, se incorporó al gabinete de prensa de Podemos en el Congreso de los Diputados. En la actualidad, la web de Podemos sitúa a Santana como como responsable de comunicación del partido junto a Laura Casielles y María de Vigo.

«Estaba cansada»

«La asesora Gala Santana estaba cansada de tener que cuidar a los niños de Iglesias y Montero y así nos lo transmitía a los escoltas», ha ratificado Elena González en sede judicial. Y ha añadido: «Nosotros la recogíamos (a Santana) y la llevábamos hasta el domicilio familiar en Galapagar porque como está tan lejos…».

La pareja de Mayoral estuvo realizando estas labores durante, al menos, «cuatro o cinco meses». En ese tiempo, la asesora desatendió sus funciones como jefa de prensa de los morados porque «estaba dedicada al trabajo personal de Irene Montero», ha señalado la ex escolta. Según ha podido saber en exclusiva este periódico, González ha añadido que «empleados de Podemos se quejaron porque Gala Santana no hacía su trabajo y éste recaía en el resto de trabajadores».

Una declaración clave

La testigo había sido citada hasta en tres ocasiones, pero nunca había comparecido hasta hoy. Fuentes internas de los morados revelaron a OKDIARIO que la abogada de la ex escolta, Anabel Segado, había recibido presiones de Enrique Santiago, actualmente secretario de Estado para la Agenda 2030, para que Elena González no declarase en contra de Irene Montero corroborando la declaración de la ex responsable de cumplimiento normativo de Podemos, Mónica Carmona. Sin embargo, el magistrado Juan José Escalonilla le comunicó a Elena González esta última citación a través de la Policía Judicial y advirtió que, en caso de incumplimiento, –y, por ende, de no acudir a la cita judicial– la ex escolta se enfrentaría a una multa de 200 euros a 5.000 euros.

Esta causa se abrió a raíz de un escrito presentado por Carmona en el que afirmó que Montero «habría estado utilizando también a una empleada del partido, Elena González, como escolta privado y como asistente personal, hasta el punto de que Montero despidió a la trabajadora cuando ésta le exigió regularizar su situación laboral, ya que no soportaba ser la recadera ni que la tratara de forma humillante».

La ex escolta de Montero relató en un escrito ante el Juzgado Social 3 de Madrid que durante su jornada laboral, a cargo del partido morado, la pareja Iglesias-Montero le ordenaba realizar tareas como hacer compras personales, productos de parafarmacia, droguería para bebés, alimentación en supermercados, comprar y llevar la cena, comprar comida para perros, hacer de chófer de la empleada doméstica y de la niñera, hacer de chófer de familiares invitados, hacer de transporte de envíos de familiares, tareas de gestión de obras en una de sus propiedades, tareas de mantenimiento en varias propiedades, tareas de mantenimiento de vehículos personales o labores de jardinería, entre otros.