Carmena hace un examen sorpresa a los trabajadores de la oficina de turismo

Manuela-Carmena
Manuela Carmen el día en que fue elegida alcaldesa de Madrid (FOTO: Gettyimages)

El pasado viernes 20 de noviembre, Manuela Carmena se convirtió en inspectora de incógnito por un día y se presentó sin avisar en la oficina de turismo que está ubicada en La Casa de la Panadería de la Plaza Mayor. ¿Su misión? Sorprender a los trabajadores y someterlos a un exhaustivo tercer grado sobre las cuestiones más peregrinas de sus respectivas labores.

En realidad, su primera idea era pedir información a la directora de este punto en la Plaza Mayor de Madrid. Sin embargo, una vez allí y ante la ausencia de ésta, improvisó un rol de inquisidora que dejó bastante sorprendidas a las personas que intentaban desarrollar su trabajo como un día más, atendiendo a los turistas que llegaban con dudas hasta el mostrador.

«Lo peor fueron las formas. Más que preguntarnos, nos interrogó», aseguran algunos de los testigos de la visita y añaden que «estaba nerviosa y no paraba de hacer preguntas».

Dónde se puede hacer nudismo en una piscina de Madrid en pleno otoño o dónde se puede comprar encaje de bolillos en la capital fueron sólo dos de las ocurrencias más destacadas por parte de la alcaldesa. Ante la sorpresa generalizada, Manuela Carmena exhortó a los trabajadores a dejar de vender «sólo los tópicos» de la ciudad y a «hacer más».

Cuando Carmena preguntó por el asunto de las piscinas y el nudismo, el silencio de incredulidad que reinaba entre los presentes era directamente proporcional al enfado de la regidora. Los trabajadores sólo se atrevían a hablar para intentar que entrara en razón: «Tratamos de explicarle que el plan de las piscinas cambia cada año y que en el mes de noviembre no sabemos dónde se puede hacer nudismo en una ciudad como Madrid», aseguran las mismas fuentes. Argumentos estaciones que no le valieron a Manuela, cuya ofuscación aún fue a más.

La experiencia de inspectora de incógnito por un día tuvo un epílogo cercano al esperpento. Carmena también quiso ser profesora de idiomas e improvisó un examen de inglés y francés para valorar el nivel del equipo. Cuando todo el mundo pensaba que lo peor había pasado, se giro de repente y dijo: «No entiendo por qué no hay flores en esta oficina».

No obstante, y a pesar del nivel de ocurrencias, Manuela Carmena reservó lo mejor para el final. A su pregunta de por qué no había niños en las oficinas, los trabajadores, atónitos, respondieron con resignación: «Son las tres de la tarde, los niños están en el colegio».

Planes para Madrid Destino

Como el resto de oficinas de turismo de la capital, la de la Plaza Mayor está gestionada por Madrid Destino, la empresa municipal que se encarga, además de esto, de la organización de grandes eventos.

Manuela Carmena viene anunciando, de un tiempo a esta parte, su intención de reestructurarla desde su organigrama hasta el mero funcionamiento. Para ello, ha anunciado una auditoría que estudie los resultados que estas oficinas aporten.

Parece que la auditoría no es suficiente y que la alcaldesa ha decidido ‘investigar’ en primera persona, para atestiguar cómo es el funcionamiento de las mismas.

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