'Caso Begoña Gómez'

Begoña Gómez descarga en la Complutense la responsabilidad sobre el software: «Firmé lo que me pidieron»

La imputada dice al juez que no fue contratada por el IE por ser esposa de Sánchez

Begoña Gómez Complutense
Begoña Gómez en imagen de archivo.

Begoña Gómez ha protagonizado este miércoles su tercera visita a los juzgados de Plaza Castilla y ha dado un giro a su estrategia. Ha pasado del «no declaro» al «sólo respondo a mi abogado». La esposa del presidente Sánchez ha desarrollado un peculiar monólogo de preguntas y respuestas pactadas exclusivamente con su abogado. Vestida de negro y «con bastante desparpajo», según fuentes presentes, la esposa del presidente del Gobierno ha respondido durante 44 preguntas a una cuidadosamente preparada exposición de su trayectoria profesional.

En su relato, Gómez ha dibujado una línea temporal que se remonta a 1997, cuando comenzó en Inmark como socia directora, hasta su polémico papel en la Universidad Complutense. Ha defendido que el centro docente conocía sus movimientos y ella firmaba lo que le iba llegado por email de parte de los responsables de la UCM, en concreto, del órgano gestor de la Escuela de Gobierno –la facultad donde estaba sus másters y su cátedra adscritos–.

«No soy catedrática», ha admitido Gómez sobre su rol en la Complutense, donde dirigía un máster sin tener título oficial de grado. Con un sueldo «inferior a 15.000 euros anuales», la investigada defendió varias veces la ausencia de ánimo de lucro en todas sus actividades.

La declaración ha tratado otros temas como el registro de marcas y dominios. «Era para protegerlos, jamás para apropiarme de ellos», insistió sobre el término «Transformación Social Competitiva», mientras explicaba que el dominio .org se eligió «porque es para webs sin ánimo de lucro».

Además, sobre su contratación en IE-Africa Center, punto crucial de la investigación, ha remarcado en que Juan José Güemes la contactó en 2017, «cuando su marido no era presidente».

Cartas de recomendación

Sobre las cartas de recomendación que firmó para diferentes empresas, Gómez las ha descrito como «modelos tipo» que también firmaron gigantes como Microsoft, Orange e IBM. «Nunca tuve información sobre los procesos de licitación», ha repetido en varias ocasiones.

La esposa de Pedro Sánchez mostró especial énfasis en negar cualquier conocimiento sobre procesos de contratación pública: «No tengo ni idea, ni idea, cuando se ha incorporado en la causa es cuando he tenido conocimiento», ha declarado la imputada sobre las licitaciones bajo investigación.

La sesión concluyó con una Begoña Gómez que mantuvo su estrategia de negar sistemáticamente cualquier irregularidad, aunque la peculiaridad de responder solo a su abogado dejó en el aire las preguntas que hubieran podido formular tanto el juez como la fiscalía y las acusaciones populares.

Giro de guión

Begoña Gómez suma ya tres comparecencias ante el juez, en un periplo judicial que comenzó el pasado verano. Las dos primeras citaciones, celebradas los días 5 y 19 de julio, respondían a una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias. La acusación sostenía que la esposa del presidente había utilizado su posición privilegiada para favorecer a ciertos empresarios en concursos públicos.

En ambas comparecencias, Gómez optó por guardar silencio. Durante la primera, argumentó defectos en la notificación de la querella y falta de información sobre los motivos de la investigación. En la segunda cita, siguiendo el consejo de su defensa, mantuvo su silencio alegando insuficientes garantías procesales. Por entonces, la investigación se centraba exclusivamente en presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

El caso ha dado un giro significativo ahora en octubre, cuando Hazte Oír presentó una nueva querella que amplió el horizonte de la investigación. Esta vez, las acusaciones apuntaban en dos nuevas direcciones: por un lado, la supuesta apropiación indebida de un programa informático perteneciente a la Universidad Complutense; por otro, un presunto intrusismo profesional relacionado con la redacción de especificaciones técnicas para contratar servicios vinculados a dicho software. En este caso, tras comprobar que la Audiencia Provincial respalda al juez Juan Carlos Peinado y la Fiscalía y la Abogacía del Estado han fracasado tratando de tumbar la causa, Begoña Gómez ha hablado para tratar de desmontar las serias acusaciones que pesan sobre ella.

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