Factura de la luz

Así vetó el Gobierno una propuesta del PP para abaratar la luz: «No se pueden eliminar impuestos»

subida de la luz
El líder del PP, Pablo Casado. (Foto: Europa Press)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El precio de la luz ha batido esta semana todos sus récords históricos. Una escalada sin precedentes ante la que el Gobierno asiste impasible y que demuestra su incompetencia para abaratarle la factura a los ciudadanos. Hace sólo unos meses, en mayo, el Ejecutivo vetó una proposición de ley del Partido Popular para suprimir permanentemente el impuesto a la generación eléctrica y con la que se pretendía consensuar una reforma para que el consumidor pagase únicamente por los costes de la energía consumida. La iniciativa, que se debatió en el Congreso de los Diputados, fue rechazada por el Ejecutivo socialcomunista alegando de forma rotunda que no se podían bajar los impuestos.

1.600 millones

Aunque el Gobierno sí acabaría aprobando en junio una suspensión del impuesto de generación eléctrica, esta medida sólo será efectiva durante tres meses. Es decir, su fin llegará tras haber sufrido los españoles el mayor golpe histórico de la factura. Según los cálculos del PP, una supresión permanente de este impuesto -en el 7%- «podría contribuir a la reducción de la factura eléctrica a todos los consumidores en una cuantía de 1.500-1.600 millones de euros al año, aproximadamente».

En la iniciativa, consultada por OKDIARIO, se proponía también que «las anualidades correspondientes a la deuda del sistema eléctrico, con sus correspondientes intereses y ajustes» se financiasen «en un 100 por ciento con cargo a los Presupuestos Generales del Estado durante un período de tres años, con objeto de reducir la factura a todos los consumidores eléctricos, en especial a las familias y a los consumidores vulnerables, así como contribuir a incrementar la competitividad de la industria».

La proposición de los ‘populares’ destacaba además que «la devolución de la deuda del sistema eléctrico implica un coste regulado que se repercute en la factura eléctrica, mediante el pago de una anualidad a los tenedores de la deuda, así como los intereses correspondientes, que suponen 2.500-2.600 millones de euros al año».

Tenso debate

En su debate, los grupos socios del Gobierno -además de PSOE y Podemos, se opusieron ERC y Bildu- rechazaron de forma tajante la iniciativa de los ‘populares’ y admitieron abiertamente que no se podían tocar los impuestos.

Desde el PSOE, acusaron al PP de «hacer política a golpe de titular» y calificaron su propuesta de «auténtico desastre». 

«Plantean traspasar cargos y costes del sistema eléctrico y la deuda a los Presupuestos Generales del Estado, unos 3.300 millones de euros al año. Esto tampoco dicen de dónde lo van a compensar. ¿De dónde lo quieren quitar, de la educación, de la sanidad?», señaló el diputado socialista Germán Renau, que atacó a los ‘populares’ acusándoles de hacer «trilerismo fiscal». 

Por parte de Podemos, Juan López de Uralde lo expuso así: «Es imposible construir un país con servicios públicos de calidad a base de la eliminación constante de impuestos». En su lugar, el diputado defendió que «el Gobierno ha adoptado más de cincuenta medidas con el objetivo de reducir progresivamente la factura de los consumidores y reducir también las emisiones contaminantes». Medidas que, a la vista de los resultados, se han demostrado totalmente insuficientes.

En la exposición, López de Uralde coincidió en la necesidad de una «profunda reforma del sector eléctrico» e insistió en su propuesta histórica de crear una empresa pública de la energía. Una medida que Podemos ha rescatado ahora para meter presión a los socialistas, amenazando con convocar protestas en la calle.

El PSOE, que siempre ha rechazado la propuesta podemita, dio este jueves un giro al guión al apuntar la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que una de las posibles herramientas para hacer frente a la factura sería «disponer de toda la energía hidroeléctrica a través de un sistema concesional distinto a través de una empresa pública según se vayan liberando las concesiones hidroeléctricas que permita intervenir o facilitar otra manera de ofertar energía».

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, admitió después que es una propuesta que el Gobierno está estudiando aunque ha destacado «a medio y largo plazo».

Entre tanto, Pedro Sánchez permanece impasible. El presidente socialista sólo interrumpió brevemente sus vacaciones en Lanzarote el jueves para participar en un acto de homenaje a Saramago en el que no hizo referencia alguna a la subida de la luz. Sí habló de la ola de calor, pero para pedir responsabilidad a los españoles para evitar incendios.

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