España
Crisis del coronavirus

Así mentía Sánchez para imponer la mascarilla: «La comunidad científica nos dice que es buena medida»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez justificó en la «comunidad científica» la polémica imposición de la mascarilla al aire libre pese a que no disponía de ningún informe que se lo recomendase. Sánchez anunció la medida -que no cuenta con el aval de los expertos, ni siquiera de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- el pasado 22 de diciembre, en rueda de prensa tras la Conferencia de Presidentes: «Creemos, porque así nos lo han dicho todos los presidente autonómicos, la comunidad científica y así lo creo yo, que es una buena medida», aseguró rotundo. Varios dirigentes regionales, entre ellos Isabel Díaz Ayuso, mostraron ya entonces su disconformidad con esta imposición: «No compartimos las mascarillas al aire libre si hay distancia», trasladó la presidenta madrileña.

Pero el Ejecutivo, como publica OKDIARIO, ni siquiera disponía del consejo científico. En una respuesta a través del Portal de Transparencia, admite, un mes después de obligar a los españoles a llevar la mascarilla en la calle, que no tenía ningún informe encargado específicamente para valorar la obligatoriedad de la medida y se remite a dos -de marzo y mayo de 2021-, elaborados por sus propios técnicos y no por expertos independientes, en los que se aborda el uso de la mascarilla junto con otras medidas preventivas.

En uno de ellos, se apunta a su uso en espacios abiertos, pero el ejemplo que se cita es de ambientes de alta concentración de personas como «fiestas patronales» o «celebraciones de bodas o cumpleaños en exteriores». La medida del Gobierno afecta incluso a lugares abiertos donde quede perfectamente garantizada la distancia mínima o en la vía pública, sin otras personas alrededor.

El segundo informe que aporta el Gobierno en su respuesta a este periódico tampoco fue encargado específicamente para la imposición obligatoria de la mascarilla. En él, los técnicos de Sanidad se limitan a exponer la eficacia del cubrebocas para evitar el contagio por Covid, junto a otras genéricas recomendaciones.

Convalidación

La medida permanece vigente desde el pasado 24 de diciembre y obliga al uso de la mascarilla en exteriores, con las únicas excepciones de la práctica deportiva o en «espacios naturales» siempre y cuando se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. El Gobierno no ha convalidado aún el decreto ley que aprobó para imponerla y lo someterá a votación este martes en el Congreso de los Diputados, sin tener aún los apoyos garantizados. El Ejecutivo se ha servido de una treta para intentar convencer a sus socios -ERC, Bildu y PNV- incluyendo en el texto una disposición adicional que aprueba la actualización de las pensiones. Un asunto que evidentemente nada tiene que ver con el objeto del decreto en sí -«Medidas urgentes de prevención y contención para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19»- pero que el Gobierno emplea para lograr la aprobación.

El Ejecutivo no ha aclarado aún hasta cuándo seguirá en vigor la medida que el propio Sánchez calificó de «temporal». La ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló esta semana que se mantendrá «durante el tiempo mínimo imprescindible», sin dar más detalles, si bien consideró que, por el momento, la incidencia acumulada es demasiado alta para reconsiderarlo.

La medida ha sido ampliamente cuestionada por la propia «comunidad científica» a la que alega Sánchez. La OMS, como publicó este periódico,  sólo la aconseja al aire libre si no se puede guardar una distancia mínima que para este organismo es de un metro.

La medida también es cuestionada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) -organismo de referencia para la pandemia en Europa- en algunos de sus informes, en los que se avisa que «el uso de mascarillas puede ofrecer una falsa sensación de seguridad que conduce a un distanciamiento físico insuficiente, a un mal protocolo respiratorio e higiene de las manos, e incluso a no quedarse en casa cuando se esté enfermo». El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha advertido también que «tiene una efectividad mínima por sí misma».