Economía
Crisis del coronavirus

Un verano negro: la ocupación de las viviendas turísticas se hunde un 50% y los precios bajan un 15%

La temporada estival ha comenzado y las viviendas turísticas tan sólo han cubierto de media el 35% de su ocupación. La cifra está muy lejos del 85% de reservas que registraban hace justo un año, según las estimaciones de FEVITUR (Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos). Entonces, no había coronavirus. Sólo vacaciones, verano, sol, playa y libertad.

Las Islas Canarias y las Islas Baleares son los destinos más castigados por la pandemia. Su dependencia aérea y la ausencia masiva de turistas -principalmente ingleses, alemanes y escandinavos- anticipan el peor verano de la historia. Además, muchos de los turistas que estos días están llegando a España -especialmente los alemanes- lo hacen en calidad de propietarios. Tienen una segunda vivienda en nuestro país, por lo que no cubren plazas turísticas.

Frente al castigo que están sufriendo las Islas Canarias y las Islas Baleares se encuentran los destinos de interior, que acumulan una ocupación de entre el 60% y el 65% a partir de agosto. La previsión es más positiva, pero no termina de despejar -ni mucho menos- la incertidumbre a la que tiene que hacer frente el sector. Es más, desde FEVITUR explican a OKDIARIO que las cancelaciones se han disparado en los últimos días, por lo que todas las cifras están en el aire. El sector podría enfrentarse a unas pérdidas históricas de 2.400 millones a finales de año en el peor de los escenarios.

Con el turista nacional como protagonistas único de este verano, los propietarios de viviendas turísticas han rebajado los precios de los alquileres hasta un 15% y han flexibilizado las condiciones de reserva. En cuanto a las reservas, muchos alojamientos han suprimido los días mínimos de estancia o permiten cancelar sin coste alguno hasta el día antes de la llegada.

Según las encuestas recogidas por la Federación sobre la preferencia para viajar este verano, sólo cuatro de cada diez usuarios reconocen que están dispuestos a salir de su comunidad autónoma para veranear. De ellos, el 86% lo hará en vehículo propio. Este resultado atípico confirma que el turista nacional tiene miedo a viajar aunque se haya levantado muchas de las restricciones impuestas durante la pandemia. La confianza no ha vuelto y puede que tarde en llegar.

Falta de liquidez 

Las medidas que el Gobierno ha puesto en marcha para ayudar al turismo han decepcionado al sector de forma unánime. Aunque creen que hay aspectos positivos -como la moratoria hipotecaria si los ingresos han caído más de un 40%-, también echan en falta otras medidas orientadas a superar la acuciante falta de liquidez que atraviesan. Por ejemplo, piden que los ERTE se alarguen -como mínimo- hasta el 31 de diciembre o que se modifiquen las exoneraciones a la seguridad social en el caso de los ERTE de fuerza mayor para no penalizar al empresarios.

Respecto a los créditos ICO, desde FEVITUR denuncia que sólo están consiguiendo financiación aquellos que están aportando garantías adicionales al aval estado, lo que a su entender, está provocado porque las entidades bancarias desconfían del aval del estado. «El procedimiento se demora demasiado, podemos inflarnos el pecho diciendo que la financiación ha llegado a 550.000 empresas, pero eso sólo supone un 12% de todo el tejido empresarial español”, dice Tolo Gomila, presidente de la Federación.

El nuevo plan de ayudas económicas aprobado a principios de julio por el Gobierno destinará solo un 0,4% de los fondos en ayudas directas al sector del turismo, uno de los más castigados por la crisis del coronavirus y la principal fuente de riqueza del país ya que supone el 13% del PIB nacional.