indra nombra nuevo presidente

Urkullu presionó a Sánchez para que Indra comprara ITP pese al rechazo de Abril-Martorell

Urkullu presionó a Sánchez para que Indra comprara ITP pese al rechazo de Abril-Martorell
Iñigo Urkullu, lehendakari vasco.
Carlos Ribagorda

La presión del lehendakari Iñigo Urkullu al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que la compañía semi pública Indra compre la fábrica de componentes aeronáuticos ITP Aero, que la británica Rolls Royce ha puesto a la venta, ha culminado con el cese de Fernando Abril-Martorell como presidente de Indra. Abril-Martorell, que ha sido sustituido este lunes por Marc Murtra, se ha opuesto desde hace años a esta operación y ahora los dos gobiernos, central y autonómico, han acelerado al búsqueda de alguna empresa española que compre ITP, con sede en Zamudio (Vizcaya).

La negativa de Abril-Martorell a entrar en ITP ha forzado su salida de la empresa. El ya ex presidente de Indra -aunque se formalizará en la Junta de Accionistas del 30 de junio- no quería participar en una operación costosa financieramente mientras está inmerso en un expediente de regulación de empleo para reducir costes. Se da la circunstancia de que el Gobierno ha criticado esta clase de despidos en empresas con beneficios.

Urkullu, socio de Sánchez en Madrid -apoyó la moción de censura de junio de 2018 que llevó al líder del PSOE a Moncloa-, necesita que la toma de decisiones de una empresa estratégica para el País Vasco siga en Vitoria y en Madrid. Las opciones que se barajan para comprar el fabricante vasco de componentes de turbinas de aviación y de mantenimiento de motores son fondos de inversión, que suelen vender la empresa al poco tiempo para sacar réditos.

«Urkullu y el PNV han presionado a Sánchez para que Indra compre ITP. La relación entre los dos partidos es buena, hay transferencias pactadas, como la de Prisiones, y el lehendakari no puede permitirse que una empresa muy importante para Vizcaya y para Zamudio se vaya a un fondo», explican fuentes conocedoras de la situación.

Como han publicado varios medios, los dos gobiernos han buscado alternativas, como CAF o Gestamp, pero es Indra, líder español en defensa, el preferido. La negativa de Abril-Martorell a esta operación, junto a otros desencuentros con el Gobierno, ha forzado su salida de la empresa.

Llamada urgente del Gobierno

Fuentes conocedoras de la situación han explicado a este diario que el Ejecutivo llamó el viernes 14 de mayo a las cinco de la tarde a Abril-Martorell para citarle a una reunión de urgencia. El entonces presidente de Indra, que estaba de viaje a su finca de Extremadura, pidió retrasarla al lunes 17, sin éxito.

En esa reunión se le comunicó la intención del Gobierno de cesarle como presidente de Indra, cargo que tenía que renovar este año. El Ejecutivo tiene el 18% de Indra a través de la SEPI y es el primer accionista. Según las fuentes consultadas, Abril-Martorell quiso dimitir de inmediato aunque finalmente fue el viernes 21 de mayo cuando se dio a conocer la noticia minutos antes del cierre de mercado.

Desde el cese de Abril-Martorell la acción de Indra ha caído un 12% y ha perdido 180 millones de euros de valor bursátil. El mercado desconfía de la injerencia del Gobierno en la gestión de esta empresa semi pública. Alantra calificó el cese de «muy mala noticia». Además, se ha criticado la actuación de la CNMV, que no ha suspendido la cotización de la acción.

El PP también ha criticado la forma en la que el Gobierno ha cambiado al presidente de una empresa cotizada. «Dicen sin reparo que se va a reunir la comisión de nombramientos de Indra para proponer a un presidente que tiene que elegir la junta general de accionistas. No sé dónde están las buenas prácticas y el código de buen gobierno», se ha preguntado la vicesecretaria sectorial del PP, Elvira Rodríguez.

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