Economía

S&P rebaja el rating del Sabadell y mejora la perspectiva de Banco Santander y BBVA

S&P confirma la perspectiva negativa sobre los desafíos fiscales de España
S&P confirma la perspectiva negativa sobre los desafíos fiscales de España

La agencia S&P Global ha rebajado este jueves un escalón la calificación crediticia del Banco Sabadell, al tiempo que ha mejorado la perspectiva sobre el Banco Santander, el BBVA, Bankinter e Ibercaja Banco, que pasa, en todos los casos, de negativa a estable 15 meses después del inicio de la pandemia.

De este modo, la deuda del Banco Sabadell deja de tener un «aprobado» y se queda con un «aprobado bajo», es decir baja de «BBB» a «BBB-» en el argot de la agencia, si bien la perspectiva de la entidad, la única con una rebaja del «rating», es estable.

En el caso del Banco Santander, así como su filial Santander Consumer Finance, BBVA, Bankinter e Ibercaja Banco, S&P mantiene sus respectivas calificaciones y mejora la perspectiva sobre ellas. La agencia confirma además la nota de Kutxabank y su visión sobre la entidad, que sigue siendo estable.

En su informe publicado este jueves, S&P recuerda también que califica a CaixaBank, Cecabank, Caja Laboral, Abanca, Grupo Cajamar, y Mulhacén, la sociedad de cartera de Wizink, sin embargo, ninguna de estas entidades ha formado parte de la revisión del sistema financiero español llevada a cabo por la agencia de calificación.

Esto se debe a que la perspectiva sobre todas estas entidades ya era estable y «no están sujetas a presión a la baja», con la excepción de Mulhacén, en negativo por sus propias razones. S&P explica que su revisión de la banca española concluye 15 meses después del inicio de la pandemia del Covid-19 y llega cuando se ven avances en la vacunación y signos incipientes de un fuerte repunte económico que hacen pensar que los peores impactos ya han pasado.

España, recuerda, fue una de las economías más afectadas por la pandemia en 2020, con una caída del PIB sin precedentes del 10,8%, en parte debido a la importancia del turismo para el país y cierres más prolongados y estrictos.

Pero S&P cree que la respuesta a la pandemia también fue «significativa» y aunque supuso un aumento de la deuda pública neta de 12,1 puntos del PIB, demostró ser eficaz para contener los daños a empresas, hogares y, en última instancia, los bancos.

En este difícil entorno operativo, las entidades demostraron ser «bastante resistentes» y aunque los resultados empeoraron por el aumento de las provisiones, la agencia subraya que el capital no se debilitó y la liquidez ha aumentado.

Recortes de personal, sucursales y fusiones

S&P pone el foco en el esfuerzo de los bancos por reducir costes mediante ajustes de plantilla y cierre de sucursales, además de la «ola de consolidación» que acelerará la reestructuración del sector. Pero la agencia cree que llevará tiempo ver resultados tangibles y piensa que los bancos medianos probablemente se enfrenten a más obstáculos, dado su menor flujo de ingresos diversificados y el mayor peso de la cartera hipotecaria.

A diferencia de otros países europeos, la situación económica de España es un riesgo para el sector porque, aunque hay indicios de un fuerte repunte en marcha, el sector turístico no recuperará los niveles de 2019 hasta 2022 o 2023.

Como resultado, a pesar de que el crecimiento del PIB real alcanzará el 6,3% este año, España tardará más que otros países europeos en cerrar la brecha de producción perdida en 2020, que también fue más grande.

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