Economía

Los socialistas pierden en Finlandia por elevar la deuda pública, que es 40 puntos inferior a la española

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

No todos los países europeos son iguales. En Finlandia, los socialistas de la actual primera ministra, Sanna Marin, han perdido las elecciones generales y la principal causa de la derrota es la subida de la deuda pública durante su mandato hasta un nivel que allí consideran estratosférico del 73% del PIB… que es 40 puntos inferior al nivel en que Pedro Sánchez ha situado la deuda de España.

La campaña electoral finesa ha girado en torno a lo que ellos consideran descontrol de las finanzas públicas, ya que el apoyo a Ucrania contra Rusia y la entrada de Finlandia en la OTAN (que se hará oficial este martes) concitan el consenso de los principales partidos y de la mayoría de la población. El vencedor de los comicios, el conservador Petteri Orpo, ha hecho su principal bandera de la reducción del gasto público para moderar la deuda y así poder bajar los impuestos. Y eso es lo que le ha valido su victoria.

Marin también tuvo que reaccionar ante la preocupación nacional por la hipoteca que están dejando a las nuevas generaciones. Siempre había sostenido que la prioridad era el crecimiento económico pero, ante las acusaciones de no ser capaz de controlar el gasto, anunció que reduciría el déficit subiendo impuestos, principalmente el de la renta y el equivalente al de sucesiones. Justo lo mismo que están haciendo en España PSOEPodemos, aunque en un volumen totalmente insuficiente para cubrir el agujero de las cuentas públicas.

Pero en Finlandia han preferido la opción liberal de reducir el gasto para poder pagar menos impuestos en vez de la socialista de mantener un gasto desbocado y subir impuestos para tratar de controlar el déficit. El miedo a que la elevada deuda haga inviable el actual Estado del Bienestar finlandés, uno de los más avanzados del mundo, ha sido decisivo.

No obstante, Orpo no lo va a tener fácil para formar Gobierno. La mayoría obtenida es insuficiente y ahora sus opciones son una ‘gran coalición’ con los propios socialistas o apoyarse en el ultranacionalista Partido de los Finlandeses, un equivalente de Vox. Pero esta segunda opción es complicada porque necesitan el apoyo de otros partidos más pequeños que no quieren pactar con el anterior al considerarlo de extrema derecha.

¿Y España?

En España, en cambio, parece impensable una campaña electoral centrada en el despilfarro del Gobierno de Sánchez y en el aumento de la deuda pública, aunque temas económicos como la inflación, la energía, las subidas de impuestos o la previsible desaceleración económica (con el consiguiente aumento del paro) sí se espera que tengan protagonismo en el debate.

La deuda pública de nuestro país no se redujo en 2022, como asegura el Ejecutivo, sino que aumentó en otros 75.305 millones… a pesar de que la recaudación de impuestos alcanzó máximos históricos. Pero, gracias a la recuperación de la economía posterior a la pandemia -si bien sin llegar a los niveles de 2019, como es sabido-, el PIB ha crecido más que la deuda, por lo que en términos relativos ésta ha bajado al 113,5% del PIB. Es decir, 40 puntos por encima de lo que los finlandeses consideran intolerable.