Economía
Análisis

Si el mundo es digital, la Tesorería también debe serlo

Luis Ortega, Socio-Director-Líder CC Finance & Treasury en Stratesys

Si hacen falta 21 días para generar un hábito, no hay duda de que el teletrabajo forma ya parte de nuestras vidas. Durante el primer período de confinamiento por el Covid-19, según el Instituto Nacional de Estadística, una de cada dos organizaciones tuvo que recurrir al trabajo telemático para mantener su actividad. Fue un hecho que, de la noche a la mañana, revolucionó todo el ecosistema empresarial.

Hasta entonces, esta opción solo la elegían un 7,5% de los trabajadores -autónomos y asalariados incluidos-. Hoy, con un nuevo año todavía por delante y una coyuntura todavía impredecible, podemos afirmar que el teletrabajo es una realidad.

Estamos inmersos en un nuevo panorama que ha puesto sobre la palestra la importancia de poder contar con herramientas tecnológicas que faciliten, a cualquier tipo de compañía, conectarse en remoto desde cualquier ubicación para obtener toda la información necesaria y así desarrollar su actividad. En base a ello, uno de los sectores en los que más prima que este flujo de información sea ágil, seguro y de calidad es el financiero.

El mundo financiero requiere de datos, consultas, ratios, análisis del control bancario y de la posición de tesorería -entre otros- y todo a tiempo real. Esa efectividad obtenida a través de la digitalización es la clave que diferencia el éxito del fracaso de una planificación financiera.

La transformación digital del área de Tesorería es hoy prioridad para la buena gestión de la planificación financiera de una compañía. Si el trabajo va a evolucionar hacia una configuración semipresencial, la Tesorería Digital es una necesidad ineludible. Y para ello, es vital aglutinar bajo un mismo techo una serie de fundamentos básicos.

De este modo, habría que tener en cuenta tanto la Tesorería a corto plazo, en la que se incide en cuestiones básicas como la gestión de la posición, conciliación, cash pooling, control bancario, gestión de extractos o la integración con las entidades financieras; como la Tesorería a largo plazo, aplicada a la gestión del presupuesto del área.

Asimismo, hay que prestar atención a los productos financieros y, en concreto, a la información relacionada con la deuda, derivados o activo circulante. Y no podemos olvidar la gestión del riesgo financiero, para ser capaces de localizar las posibles incertidumbres y reducir su impacto derivado.

La digitalización de los procesos habituales, como los pagos y cobros, también es determinante para la optimización y adaptación al nuevo panorama empresarial. Por último, la seguridad nos blinda. La digitalización de los trabajos y la conexión virtual de los sistemas nos abre esa puerta, a fin de garantizar la correcta ejecución de la planificación financiera.

En Stratesys llevamos años trabajando para poder ofrecer soluciones que permitan a nuestros clientes avanzar hacia al futuro, en el presente. Soluciones como Pyxis permiten obtener y gestionar la posición y previsión de liquidez en tiempo real, mediante la completa automatización de todos los procesos relacionados con la tesorería operativa, proporcionando información relevante para la toma de decisiones del día a día del tesorero.

No cabe duda de que la digitalización de la sociedad es una realidad inminente, pero lejos de sentir incertidumbre, habría que afrontarla con determinación y conciencia, eligiendo entre aquellas herramientas tecnológicas disponibles, las que sabemos que nos llevarán a procesos más ágiles, capaces de hacer crecer a una compañía y, lo que es todavía más importante, favorecer su solvencia y supervivencia.