Economía

Ryanair ofrece a los pilotos que están de vacaciones 12.000 euros para cubrir vacantes

Ryanair está intentando comprar las vacaciones de sus pilotos para que se reincorporen a la compañía y evitar la masiva cancelación de vuelos hasta finales del mes de octubre. Los comandantes de Ryanair recibirán una bonificación de 12.000 euros y los primeros oficiales (o copilotos) un bono de 6.000 euros, por aceptar trabajar al menos uno o dos bloques de cinco días libres en las próximas semanas.

La empresa ha ofrecido bonos a sus pilotos tanto en plantilla como a través de subcontratas para que acepten trabajar en días libres, tras «un error» de planificación en las vacaciones de pilotos durante los meses de septiembre y octubre, que le ha obligado a cancelar casi 2.000 vuelos hasta finales de octubre, con una afectación de 400.000 viajeros en toda Europa.

Según fuentes cercanas a la empresa de Michael O’Leary, el problema fundamental es que Ryanair ha cambiado el calendario laboral de horas de vuelo, antes se contabilizaba de abril a abril y ahora se contabiliza de diciembre a diciembre. Un hecho que ha coincidido con las vacaciones de verano de los pilotos de la irlandesa dos meses de pilotos con vacaciones y con las 900 horas de vuelo que marca la ley europea. Por ello, explican, Ryanair sí que tiene pilotos pero no cuenta con horas de vuelo para los aviones para cubrir toda la demanda hasta finales de octubre. 

De esta manera, la compañía ‘low cost’ trata así de poner freno a la lista de vuelos cancelados ante la perspectiva de nuevas interrupciones de vuelos, ante la falta de planificación, y los rumores que apuntan a que sus tripulaciones amenazan con movilizaciones por carga de trabajo.

El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, negó ayer la escasez de pilotos, pese a que su rival Norwegian, que abrirá a finales de año una base en Dublín, ha contratado en lo que va de año 140 pilotos procedentes de la compañía irlandesa.

«A Ryanair no le faltan pilotos, hemos sido capaces de operar con nuestro personal durante el periodo más intenso del calendario de verano (junio, julio y agosto), pero nos hemos liado con la asignación de vacaciones anuales en septiembre y octubre porque intentamos colocar todas las vacaciones de un año entero en un periodo de nueve meses, entre abril y diciembre», apuntó.

Ryanair volverá en 2018 a un calendario de 12 meses, desde 1 de enero al 31 de diciembre de 2018, por lo que según el consejero delegado, que adelantó ayer un incentivo para pilotos que renuncien a vacaciones, los errores de planificación no volverán a producirse.

O’Leary ha reconocido que la compañía tendrá que afrontar unos 200 millones de euros compensaciones económicas, según cifró la Comisión Reguladora de Aviación irlandesa (CAR), a los que deberán sumarse otros 5 millones en tasas perdidas y el coste de estos incentivos.

La compañía ofrecerá además a copilotos un bono especial de 10.000 euros para unirse a la línea aérea entre octubre de 2017 y abril de 2018 si tienen el objetivo de convertirse en comandante.

Ryanair tomó la decisión de cancelar un 2% de su oferta (50 vuelos diarios) durante las próximas seis semanas del total parte de los 2.500 vuelos que opera al día justificando que lo hace para proteger el nivel de puntualidad del 98% de los vuelos que no se verán afectados.

«A la mayoría de los clientes afectados se les ofrecerá vuelos alternativos. Para aquellos pasajeros que no puedan o no quieran el vuelo alternativo que se les ofrece, recibirán el reembolso completo de su vuelo y su compensación siguiendo el reglamento EU261», señala la ‘low cost’.

Este próximo jueves, 21 de septiembre, Ryanair celebrará su junta anual de accionistas. Grupos de asesores han pedido a los inversores que voten en contra de los planes de retribución de los consejeros, entre ellos O’Leary, y de la reelección del presidente David Bonderman, asuntos en el orden del día, a los que podría sumarse el coste de las cancelaciones masivas.