Economía
REVISTA DE PRENSA ECONÓMICA

El presidente de Volkswagen dimite con 29 millones de euros bajo el brazo

La actualidad económica viene marcada por el terremoto que se ha producido tras el escándalo de Volkswagen, que admite haber cometido fraude en sus motores diesel para pasar el control de emisiones. La crisis se ha llevado por delante al hombre más poderoso de la industria del automóvil, Martin Winterkorn, presidente del Grupo que fabrica más vehículos en todo el planeta. No se irá de vació ya que tiene derecho a una pensión de casi 29 millones de euros.

Expansión destaca que “crece la presión sobre Volkswagen y Winterkorn dimite como CEO”. El directivo “acumula derechos de pensión de 28,7 millones de euros” según los datos facilitados por la agencia Bloomberg. No obstante, el directivo “podría irse con más dinero, dependiendo de cómo el Consejo de Supervisión del grupo automovilístico califique su salida”. Además, el directivo tendrá un flamante nuevo coche, que le será entregado cuando certifique su salida de la empresa

Volkswagen se enfrenta a sanciones en Estados Unidos por 18.000 millones de dólares, cantidad que puede quedarse corta a tenor de las demandas que se están interponiendo contra la compañía en el resto de países que regulan las emisiones de los vehículos para proteger el medioambiente.  De momento el departamento financiero sólo ha provisionado 6.500 millones y ha sufrido un desplome bursátil sin precedentes. La acción ha perdido el 40% de su valor en dos días, lo que supone la huida de 30.000 millones de euros.

Cinco Días apunta que “el engaño de las emisiones acaba con el presidente de Volkswagen” y asegura que “España no teme por la inversión del grupo ya pactada, pero si por las futuras”. A la dimisión de Winterkorn se sumarán en los próximos días las de otros directivos, de acuerdo a la indicado por el comité ejecutivo del consejo de la compañía.

Además, el diario explica que la división norteamericana de la compañía, “envió en abril una carta a los propietarios” de los modelos afectados, en el que les pedían que “llevarán sus coches a los concesionarios para que un nuevo software asegurase que las emisiones fuesen optimizadas para operar de forma eficiente”. Es decir, que la compañía sabía perfectamente lo que ocurría con esos motores.

Por su parte, El Economista se centra en el efecto que tendrá esta crisis empresarial en la ciudad donde nació la compañía. “Wolfsburgo teme acabar como el Detroit europeo”, titula en un reportaje que revela que la mitad de los ciudadanos de este pequeña ciudad alemana de la Baja Sajonia son empleados de Volkswagen. En Wolfsburgo la tasa de paro es del 4,9%. Tal como ocurrió en Detroit, la cuna de Henry Ford, la economía de la región puede hundirse en los próximos años.