Economía

Los jubilados pueden dormir tranquilos: el Gobierno decidido a emitir deuda para garantizar las pensiones

Los jubilados españoles pueden dormir tranquilos porque sus pensiones están garantizadas. Los ingresos de la Seguridad Social por cotizaciones sociales están creciendo a un ritmo del 6%, lo que supone duplicar el ritmo de incremento del empleo. Y si con la recaudación no es suficiente entonces el Gobierno emitirá deuda pública para sostener financieramente el actual modelo de reparto.

Según el avance estadístico del organismo público al que ha tenido acceso OKDIARIO, la recaudación líquida del sistema de Seguridad Social roza los 29.000 millones de euros en lo que va de año, lo que representa 1.500 millones de euros más que los ingresos contabilizados hasta marzo de 2016 por este concepto. En enero la tasa de crecimiento fue del 4% y se ha acelerado dos décimas en términos acumulados, duplicando también el repunte del Producto Interior Bruto (PIB).

Esto implica que el sistema de protección social dispondrá de un mayor margen de maniobra en los próximos meses para financiar las pensiones. No obstante, en el caso de que la Seguridad Social necesite ingresos extra el Gobierno creará los instrumentos legales necesarios para emitir deuda pública, de forma que no se agote el Fondo de Reserva (conocido como la hucha de las pensiones), que en la actualidad dispone de 15.195 millones de euros, lo que equivale al 1,4% del PIB.

Las fuentes consultadas han manifestado su satisfacción por estos datos, que aseguran la salud financiera del sistema en el corto plazo y solventan la mayor preocupación del Ejecutivo en materia laboral. Para 2019 la estimación del Gobierno cifra en 20 millones el volumen de afiliados a la Seguridad Social, lo que permitiría pagar las pensiones (incluidas las pagas extras de verano y navidad) sin necesidad de acudir al Fondo de Reserva ni emitir deuda pública adicional.

Y es que los datos del mercado laboral confirman el cambio de tendencia de la economía española y certifican que la recuperación se ha trasladado al empleo. Si en 2011 el paro aumentaba a un ritmo del 12% hoy se constata que el desempleo se reduce a tasas del 11% según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuatro trimestre de 2016.

Ya se han recuperado uno de cada dos empleos perdidos durante la crisis y, además, los puestos de trabajo son más estables porque el empleo indefinido se ha recuperado con más intensidad que el temporal. En la actualidad tres de cada cuatro trabajadores tienen contrato fijo. Desde 2012 se ha recuperado el 64% del empleo indefinido destruido, pero tan sólo el 38% del temporal.

Además, en contra de lo que señalan las formaciones de izquierda y los sindicatos, el 94,4% del empleo recuperado ha sido a tiempo completo, con 1,47 millones de nuevos puestos de trabajo.

A todo ello hay que sumar que, al contrario que lo ocurrido desde 2008, las ganancias en productividad no se han producido vía destrucción de empleo. Desde 2014 se han creado de media 500.000 puestos de trabajo netos cada año y todos los ejercicios han contabilizado aumentos de productividad.

Esta evolución se ha conseguido en buena parte gracias a la reforma laboral aprobada en 2012. La modificación normativa impulsada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha permitido que la economía española comience a crear empleo tan sólo un trimestre después de que haya comenzado a repuntar el PIB. En la anterior crisis, la de 1993, el volumen de parados no empezó a reducirse hasta seis meses después de que cambiara el ciclo económico.