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El ministro de Economía francés hunde la acción de Renault tras decir que «puede desaparecer»

Bruno Le Maire ha lamentado que la empresa "se juega su supervivencia" debido a la crisis del coronavirus, lo cual ha empujado a la acción hacia abajo.

El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha causado este viernes un grave destrozo en las acciones de Renault que han caído un 2,86% después de lamentar la mala situación que vive la empresa debido a la crisis del coronavirus y ha llegado a asegurar que «se juega la supervivencia» y «puede desaparecer».

Las acciones de Renault han cerrado a 17,71 euros por título y las acciones de la multinacional francesa abrieron a la baja este viernes. No obstante, cuando se dio el cierre de la jornada en el parqué de París, los títulos de Renault se situaron en los 17,20 euros, un 2,86% menos, tras negociarse en un máximo de 17,96 euros y en un mínimo de 16,80 euros.

Le Maire ha señalado que los grandes constructores industriales pueden desaparecer

Todo ello en un día en el que Le Maire ha señalado que tanto Renault como los grandes constructores industriales «pueden desaparecer» por esta crisis, por lo que el fabricante de vehículos «se juega su supervivencia».

En dos entrevistas publicadas por el diario galo ‘Le Figaro’ y la radio ‘Europe1’, recogidas por Europa Press, el ministro galo ha asegurado que el grupo automovilístico pretende solicitar un préstamo con garantías estatales por importe de 5.000 millones de euros, que todavía no ha sido firmado.

Compromisos

Para llevar a cabo esa transacción, el Ejecutivo le reclama «compromisos» en tres direcciones: el vehículo eléctrico, el respeto de las compañías auxiliares y la localización en Francia de sus actividades tecnológicas más avanzadas.

Estas declaraciones se producen unos días después de que saliese a la luz que Renault estaría planeando cerrar tres fábricas ubicadas en Francia como parte de su estrategia de reestructuración para hacer frente a la crisis del Covid-19.

De esta manera, sus instalaciones de Dieppe, de Les Fonderies de Bretagne y de Chiosy-le-Roi podrían dejar de operar «en un futuro próximo». En total, unas 1.000 personas trabajan en estas tres factorías.