La carne se encarece hasta un 310% de la granja a la mesa por el alza de márgenes de los intermediarios

La subida de los precios de los alimentos está empujando al alza la inflación en los últimos meses. Los consumidores notan el encarecimiento de productos frescos, como es el caso de la carne, los huevos o el pescado; mientras los ganaderos aseguran que trabajan a pérdidas como consecuencia del incremento de sus costes. En el caso de la carne, el precio se incrementa hasta un 310% desde la granja hasta la mesa.

Así se desprende del último informe de Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), del cual se extrae que el precio de origen de un kilo de carne de ternera es de 5,46 euros, mientras que en el supermercado los consumidores lo adquieren por 19,90 euros. Una subida del 264% que se repite también en el caso de la carne de cerdo, donde existe una diferencia del 237% entre los 6,40 euros que cuesta en el supermercado a los menos de dos euros que se paga en origen.

Las diferencias entre el campo y la mesa son muy destacadas en productos como el ajo que se pagan en origen a 0,61 euros/kg y que, en los supermercados, puede alcanzar un precio medio de 5,96 euros/kg. O el limón, del que España es el segundo exportador mundial y el primero europeo, y que a pie de frutal se pagan a 0,34 euros/kg mientras que, en los lineales, escala hasta los 2,36 euros por kilo, un 615% más.

También destacan las diferencias de precios en productos como la acelga que, en origen, se paga a 0,61 euros/kg y llega a los estantes de los supermercados con un precio medio de  5,96 euros/kg. Esto es un 459% más. Por otra parte, entre el campo y la mesa, la patata ve su valor incrementarse en un 360% llegándose a pagar 1,61 euros/kg mientras que los agricultores han percibido solo 0,35 euros por cada kilo. La lechuga se encarece hasta un 337% cuando llega al consumidor por un 311% de la zanahoria. Si bien a los productores primarios se les paga a 0,27 euros/kg, los consumidores llegan a abonar 1,11 euros. Es decir, algo más del triple.

La rebaja del IVA a los alimentos básicos, llamada a incentivar el consumo y mejorar la fluidez de los mercados agrarios, está conllevando otro efecto adverso. Algunos operadores comerciales están tratando de restar a los agricultores en estimación objetiva o módulos el IVA incluido en el precio acordado por las cosechas, es decir, el porcentaje de compensación a tanto alzado del 12%, a pesar de que la medida fiscal aprobada por el Gobierno no afecta a estos contratos de compraventa.

Las distintas asociaciones aclaran que el porcentaje de compensación a tanto alzado del 12% que aplican los agricultores en módulos no se ha modificado, por lo que seguirán facturando con ese 12%. El Real Decreto Ley 20/2022, de 27 de diciembre, únicamente modifica el IVA del 4% que aplican los agricultores que están en estimación directa, o que aplican las sociedades, el cual pasa a ser el 0% desde el 1 de enero hasta el 30 de abril, cuando habrá que ver la tasa de inflación del mes de marzo.