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Economía
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Más de 1,1 millones de jóvenes no estudian ni trabajan tras dispararse el paro juvenil en 53.600 personas

El verano no ha sido capaz de crear los tradicionales empleos temporales en los que participan los jóvenes para pagar sus estudios

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación con especialidad en Economía. Redactor de economía y empresas en OKDIARIO y autor de 'La economía a través del tiempo' en el Instituto Juan de Mariana. Miembro de la junta directiva del Centro Diego de Covarrubias.

Un total de 1.109.200 jóvenes menores de 30 años ni estudian ni trabajan en España tras aumentar el paro juvenil en 53.600 personas en el tercer trimestre, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque la cifra ha disminuido respecto al mismo periodo del año anterior, que más de un millón de jóvenes permanezcan en esta situación evidencia la magnitud del problema económico que atraviesan.

A esta realidad se suma el encarecimiento imparable de la vivienda, con subidas que superan el doble dígito en términos porcentuales. Una combinación que les impide emanciparse y les obliga a renunciar al sueño de tener un hogar propio.

Pero tener un empleo tampoco garantiza el acceso al mercado inmobiliario. La brecha entre los salarios juveniles y el precio de la vivienda alcanza máximos históricos, alejándoles todavía más de la posibilidad de acceder a hipotecas o alquileres.

Esto para los que tienen suerte de tener un sueldo y, por ende, un trabajo. Más de un cuarto de ellos se encuentran en una situación aún peor. De hecho, la tasa de paro que sufren los jóvenes se disparó en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores, hasta el 25,42%. Esto supone una tasa casi un punto porcentual mayor a la registrada en el segundo trimestre.

El paro de los jóvenes

Así, el número de personas con menos de 25 años en situación de desempleo se disparó un 11,9% entre julio y septiembre, hasta un total de 504.100 afectados, según la EPA. En esos meses, el paro se disparó en 41.900 personas entre los jóvenes de 20 a 24 años (+13%) y creció en 11.700 personas entre los de 16 a 19 años (+9,1%).

Una situación completamente diferente a la que viven las personas de edades más avanzadas. En ese sentido, entre los mayores de 55 años, el paro se incrementó tan sólo en 1.900 personas (+0,4%), mientras que en la franja de 25 a 54 años subió en 4.700 (+0,3%).

Por tanto, el desempleo entre los más jóvenes subió con fuerza en el tercer trimestre, o lo que es lo mismo, en los meses de verano. Precisamente, la temporada estival destaca por generar empleos temporales para las personas de menor edad, de ahí que llame la atención el incremento de paro en los últimos tres meses.

Una persona entra en una oficina del INEM. (Foto: EP).

Muchos estudiantes y veinteañeros aprovechan el verano para tener un trabajo, muchas veces relacionado con la hostelería. El turismo, un sector muy estacional, crea muchos puestos de trabajo en este tipo de negocios durante este trimestre, algo que es aprovechado por los más jóvenes para ganar dinero que luego dedican, por ejemplo, al pago de sus estudios.

Por ello, si esta posibilidad se agota y el trabajo en el sector servicios se resiente, como ha sucedido en el tercer trimestre, la mala situación de los jóvenes se agrava con fuerza, pues se elimina una de las pocas posibilidades laborales que tienen.

Los datos del INE muestran como el sector servicios sufrió un incremento de paro de 75.700 personas en verano, siendo esta la categoría más afectada por el desempleo en los últimos tres meses. Sólo la agricultura le acompaña en el aumento del paro con 10.800 personas. Por tanto, el turismo no ha sido capaz de rescatar las cuentas nacionales, como viene haciendo, al menos en el ámbito laboral.