Economía

En Marea sube el tono con Alcoa: exige que no «tome el pelo» y ponga fin a todo su «chantaje»

El líder de En Marea, confluencia de Podemos en Galicia; Luis Villares, ha exigido hoy a la multinacional estadounidense Alcoa que deje atrás cualquier tipo de «chantaje» y que «no nos tome el pelo», pues los «prácticamente mil millones recibidos en subvenciones del Estado y de la UE» eran para el mantenimiento de los puestos de trabajo y la modernización de las instalaciones.

Antes de su participación en una protesta hoy en La Coruña, en la cual cientos de personas, entre ellas dirigentes del ámbito político, económico, social y sindical, se han unido para clamar contra la decisión de cerrar las fábricas de aluminio en Avilés (Asturias) y A Coruña, Villares ha indicado que «se debe hacer algo, es necesario».

«Si hay un incumplimiento», ha dicho a la prensa al referirse a esas ayudas y su finalidad, «que se le exija a la empresa la devolución de todo lo indebidamente recibido y ya veréis como en ese caso no se produce el cierre».

También ha hecho hincapié Villares en que «el Estado comprometió en los presupuestos de los dos últimos años más de 150 millones de euros para la estabilización del mercado eléctrico», pues «que se ejecuten para estabilizar el precio de la energía», ha dicho.

Y ha pedido, asimismo, una reforma de la Ley del Sector Eléctrico que permita la estabilización de los precios, no solamente para las grandes eléctricas, las electrointensivas como es el caso de Alcoa, sino también para que en todos los hogares no haya que soportar, por ejemplo, incrementos en un año del 35 %, ha detallado, en alusión a lo ocurrido en este 2018.

Ha demandado, así, que ninguna administración se quede paralizada y, en el caso de En Marea, ha avanzado que tratarán este asunto desde la esfera local hasta la Unión Europea, porque no es un tema ante el que cualquiera se pueda quedar «a dormir».

La primera exigencia, ha concluido Villares, es que Alcoa retire el ERE «sin condiciones», porque «no queremos aguantar ni por un minuto más el chantaje» y, a partir de ahí, únicamente «hace falta voluntad política».