Economía
Decisión del BCE

El levantamiento del veto a los dividendos no será suficiente para catapultar a los bancos en Bolsa

  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

El Banco Central Europeo (BCE) ha levantado el veto al pago de dividendos y la recompra de acciones por parte de los bancos, una decisión que llega más de un año después de su imposición. ¿Cómo afectará al sector español? Sólo de forma moderada, tanto en lo referido a su política de retribución como a su atractivo en Bolsa.

Tal y como se esperaba, el pasado viernes la institución presidida por Christine Lagarde decidió levantar las restricciones al reparto de dividendos de las entidades bancarias, una decisión que impuso hace más de un año como medida para conservar el máximo capital posible de la banca para afrontar las consecuencias de la crisis del covid-19.

Ahora mantiene la alerta al sector y advierte de que los bancos «deberían seguir siendo prudentes» a la hora de decidir el volumen de sus dividendos y programas de recompra de acciones, considerando «con cuidado» sus modelos de negocio. Para evaluar los planes de distribución de dividendos de los bancos, los supervisores tendrán en cuenta los resultados de los test de estrés de 2021, cuya publicación tendrá lugar la semana que viene, así como las prácticas de riesgo crediticio de los bancos y cómo podrían afectar a la credibilidad de su trayectoria de capital.

Sin embargo, la medida, que se hará efectiva a partir de octubre, podría tener un efecto limitado en la situación de los bancos españoles. El impacto será positivo para las entidades, pero moderado, ya que el regulador permitirá esa vuelta a la retribución al accionista de una manera progresiva y en función de la fortaleza de capital de cada entidad, explican en el equipo de análisis de TREA AM. El efecto en su atractivo como inversión y sus cotizaciones en Bolsa también quedaría acotado. «Ganan atractivo para los inversores de renta variable, pero de manera moderada», insisten desde la gestora.

Susana Felpeto, directora de renta variable de Atl Capital, muestra sus dudas sobre si el levantamiento del veto va a suponer «un cambio real» en la política de reparto de dividendos de los bancos una vez que los inversores se han acostumbrado a ella. Las entidades que sí han podido pagar dividendo durante el periodo lo han hecho mediante ampliaciones de capital que no suponen una salida de liquidez y «mientras las cuentas de pérdidas y ganancias sigan así y los márgenes tan estrechos, este método lo van a mantener», apunta también Felpeto.

Márgenes, provisiones y morosidad

Para Felpeto, en el sector financiero es mucho más importante ver los márgenes del negocio que la remuneración al accionista, por lo que esta decisión sólo sería relevante para los inversores que tengan «un perfil de dividendo». La misma experta recuerda que cuando el BCE tomó la decisión de prohibirlos las entidades fueron muy castigadas en el mercado. Sin embargo, en su opinión, el levantamiento no producirá el mismo movimiento en sus cotizaciones pero en sentido contrario.

De esta forma, las medidas que tanto en lo referente a tipos de interés como a la compra de activos pueda tomar la institución europea pesan más sobre la marcha del sector en Bolsa que el levantamiento del veto a los dividendos. Otro catalizador serán sus cuentas. Pese a que en un entorno de tipos bajos las mejoras en los márgenes no serán aun significativas, «a medida que se reabran las economías, los resultados irán mejorando progresivamente, aunque está por reflejarse el impacto de la pandemia en los niveles de impagos y morosidad», inciden en TREA. Los analistas mantienen el foco sobre la reducción de provisiones.

A la espera de los test de estrés

El próximo viernes, 30 de julio, tras el cierre de la sesión bursátil, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) dará a conocer los resultados individuales y agregados de las pruebas de resistencia a las que ha sometido a la banca europea, unos test que no se desarrollaron en 2020 a causa de la pandemia. Debido al efecto de la crisis sanitaria, el escenario adverso para los exámenes de este año toma como referencia una narrativa en la que el Covid-19 todavía siga presente en un entorno de tipos de interés más bajos y por más tiempo.

En el caso de España, los bancos han tenido que hacer frente a una caída simulada del PIB del 0,9% en 2021, del 2,8% en 2022 y un crecimiento del 0,5% en 2023. Además, también han tenido que incorporar en sus cálculos un nivel de paro que llegará hasta el 21,9% en 2023, frente al 14,3% en el escenario base. BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander y Bankinter han tomado parte en esta edición, mientras que Caixabank y Bankia fueron excluidos al encontrarse en proceso de fusión.