Formas alternativas de financiación para empresas

Dinero

Cuando las entidades financieras no permiten el acceso a la financiación de una empresa, el emprendedor debe buscar otras vías para conseguir que su proyecto sea realidad. En caso de que una persona o grupo crean que realmente lo que están proponiendo puede tener éxito, vale la pena insistir y no desanimarse ante la primera negativa.

Es así como han ganado peso otros actores que, de la misma forma que los bancos u otras entidades de crédito, también facilitan financiación a aquellas empresas que consideren viables y así lo pidan. Igualmente, las nuevas tecnologías han permitido el nacimiento de nuevas formas de financiación de tipo más colaborativo. Las más destacadas son las siguientes:

Micromecenazgo o crowdfunding

En caso de que el proyecto no precise de grandes cantidades de inversión inicial, es una buena vía para conseguir la financiación. Se trata de pedir pequeñas donaciones de particulares que, una vez la empresa comienza su actividad, reciben a cambio alguna recompensa por el hecho de haber realizado la donación y confiado en los emprendedores. En Internet podemos encontrar diferentes plataformas de este tipo, como por ejemplo crowdthinking, goteo o kickstarter.

Crowdlending

Consiste en la aportación de avales o seguros para que particulares y empresas puedan financiar su negocio. Es lo equivalente a un crowdfunding, pero especializado en préstamos. Es decir, quien así lo considera presta pequeñas cantidades de dinero a la empresa estipulando un determinado retorno (que sería lo equivalente a los intereses bancarios). De la misma forma que en el caso anterior, han aparecido plataformas en Internet que facilitan las conexiones entre quien busca financiación y quien está dispuesto a prestar, como arboribus o funding circle.

Bootstrapping

Consiste en financiar el proyecto a través de las primeras ventas. Es decir, alguien que prácticamente no dispone de capital inicial para invertir, empieza a realizar los pagos una vez consigue las primeras ventas. Tiene el riesgo de que, en caso de no obtener ventas, no se puede llevar a cabo todo planeado en el proyecto. Además, puede provocar cierta precipitación en las estrategias a acometer, ya que hay una necesidad de ingresos muy rápida e inmediata que puede chocar con los objetivos a medio y largo plazo marcados.

Partners estratégicos

El objetivo es buscar otro socio que con quien se comparte una parte del proceso o finalidad. Es habitual cuando los requerimientos técnicos son importantes, ya que es muy complicado que una persona o empresa en solitario pueda afrontarlos de un inicio. A cambio de este trabajo y colaboración, se acostumbra a ofrecer un porcentaje de los beneficios. Así, también, nos aseguramos que el partner estará interesado en esforzarse y desempeñar su trabajo con el máximo de excelencia posible.

Consumo colaborativo

Otra opción para conseguir el capital inicial es alquilar alguna propiedad cuando no se utiliza (como habitaciones, por ejemplo).

Hipotecar propiedades

Es una opción que conlleva un alto riesgo, ya que se puede perder la propiedad en caso de que el negocio no funcione. En este caso, hay que estar muy seguro que el negocio tendrá éxito, ya que se corre el riesgo de perder el mismo lugar donde se reside.

Presentarse a concursos para startups

A menudo aparecen concursos en los que se premia con dinero a la mejor idea en un campo determinado, de forma que así pueda comenzar la actividad. Es habitual que las grandes entidades financieras lo hagan. Aunque finalmente no se sea el vencedor, en caso que se entienda que es un proyecto viable, también puede ser que faciliten la financiación.

Business angels

Como comentamos en un artículo anterior, son inversores que invierten en nuevos proyectos cuando ven que pueden ser rentables en un futuro. Pueden o no participar en la gestión del día a día.

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