España recurre al carbón y a la nuclear francesa por la sequía mientras el PSOE busca su cierre
España es el país del mundo donde más creció el carbón en 2017.
España disparó en 2017 el consumo de carbón y la importación récord de electricidad producida en Francia -mayoritariamente nuclear- para hacer frente al incremento del consumo de energía -1,8%- y a la sequía, que redujo la producción hidroeléctrica un 49%. Mientras, el PSOE apuesta por el cierre de las centrales de carbón y de las nucleares. «No tienen futuro», ha dicho la ministra de Energía, Teresa Ribera.
De acuerdo con los datos incluidos en el Informe Statistical Review 2018 de British Petroleum, presentado este martes en Madrid, España aumentó el consumo de carbón un 28,5% el año pasado, lo que le sitúa como el país del mundo que más aumentó el uso de carbón. Pakistán fue el segundo, con un 26%.
Además, España tuvo que recurrir a cifras récord de importación de electricidad de Francia para paliar los efectos de la sequía, que limitó el peso de la hidroeléctrica en el mix de generación al 3%, según el informe de BP. Según los datos del Informe Anual de Foro Nuclear, el saldo del intercambio eléctrico entre Francia y España fue de 12.682 GWh favorable al país galo.
Se trata de la cifra más alta de este siglo, un 40% más que en 2015 y 2016, y disparó el saldo negativo energético español (incluido Portugal, Andorra y Marruecos). El consumo de gas natural creció un 10,2%, un 2,2% las renovables y las nucleares nacionales registraron un mínimo descenso del 0,6%.
El récord del carbón y de la importación de electricidad de Francia es un argumento más para quiénes critican los planes del PSOE de cerrar las centrales de carbón en 2025 y de no aumentar la vida útil de las nucleares más allá de los 40 años.
La primera que cumple es Almaraz, en Extremadura, donde su presidente, Guillermo Fernández Vara, del PSOE, ha señalado que no permitirá su cierre en 2020 si no hay una alternativa económica para la zona.
Suministro
Pero, al margen de las alternativas económicas para las cuencas mineras y para los pueblos que albergan nucleares en España, el debate es si es posible prescindir de estas dos fuentes de producción de electricidad, principalmente la nuclear. Las renovables siguen creciendo, lentamente -un 2% el año pasado-, pero siguen teniendo el problema de que no están disponibles las 24 horas del día.
Además, acabar con las centrales nucleares aumentará el precio de la electricidad un 25%, según el ex ministro de Energía con el PP, Álvaro Nadal. El Foro Nuclear defiende que sustituir la nuclear por centrales de gas disparará las emisiones de dióxido de carbono -el año pasado crecieron un 7%- puesto que la nuclear no emite CO2.
El debate está abierto. CCOO ha presentado este martes su plan para acabar con las emisiones de carbono, basado en la apuesta clara por las renovables. Además, la Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos (Anpier) ha denunciado que la potencia renovable en España lleva ocho años congelada, lo que pone en riesgo los compromisos nacionales de cara a 2020 y ha elevado el precio de la luz un 25%.
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