Economía
Nueva guerra en el Gobierno

Escrivá para los pies a Yolanda Díaz: aplaza la subida del SMI a «cuando pase la pandemia»

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Nuevas discrepancias entre los miembros del Gobierno de Pedro Sánchez. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha adelantado este miércoles que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) -actualmente en los 950 euros- debería retomarse «cuando pase la pandemia y se haya vuelto a una situación de normalidad» con el objetivo de no dañar al tejido empresarial en plena crisis del coronavirus. Unas declaraciones que distancian al ministro de las intenciones de la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

Aunque los datos de las subidas anteriores del SMI muestran, según el ministro, «efectos marginales» sobre el empleo, Escrivá ha defendido que, en determinadas coyunturas como es el caso de la crisis del coronavirus, elevar el SMI puede tener un impacto sobre determinados empleos, por lo que debe tenerse en cuenta «el efecto neto». Es decir, que empieza a reconocer que subir el salario mínimo eleva el paro.

Las declaraciones de Escrivá van en línea con las exigencias del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, al Gobierno de Pedro Sánchez. Garamendi había alertado incluso de una posible avalancha de despidos ante una subida de los salarios en plena crisis del coronavirus, con las empresas, especialmente del sector servicios, en situación «vulnerable».

Además, el ministro Escrivá ha afirmado que, debido a la «distorsión» en el mercado laboral que ha supuesto la pandemia, «han cambiado las prioridades» y, aunque se ha recuperado mucho empleo respecto al mes de abril, se han perdido 350.000 empleos, ocupados sobre todo por jóvenes, con bajos salarios y contratos temporales.

Para el ministro, aunque el efecto redistributivo que consigue el SMI sigue siendo importante desde el punto de vista estructural, la prioridad ahora mismo es conseguir reincorporar al mercado laboral a las personas que se han quedado atrás por los efectos de la crisis del coronavirus.

«Y cuando haya pasado la pandemia y tengamos una situación de normalidad habrá que retomar el compromiso de legislatura de llevar el SMI a umbrales superiores», dejando claro a los miembros del Gobierno partidarios de subir el SMI que no es el momento para asestar un nuevo golpe a las empresas. Lejos de la prioridades de la podemita Díaz.

Díaz criticó a los empresarios por lo que ahora dice Escrivá

Un postura totalmente distinta ha defendido la ministra de Trabajo y Economía Social desde que se abrió el debate del alza del salario mínimo interprofesional (SMI), que incluso ha llegado a cargar contra los empresarios, señalándoles por discutir por tan sólo 30 céntimos al día.

«Me da un poco de tristeza. Creo que las empresas españolas lo pueden soportar, sobre todo porque justamente hay dinero público que las mantiene y hay otras empresas que van muy bien y que pueden soportar un incremento de 30 céntimos al día», ha apostillado, tras apuntar que le parece que «se está dejando atrás a quienes más lo necesitan».

Además, Díaz ha garantizado que a partir del 1 de enero de 2021 España continúa con una SMI prorrogado y que continúa la mesa de negociación del diálogo social. Desoyendo las advertencias del Ministro de Seguridad Social que se ha mostrado contrario desde que la podemita mostró sus intenciones de subir los salarios en plena pandemia.

Yolanda Díaz se ha quedado prácticamente sola en este barco. Tanto María Jesús Montero, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda; Nadia Calviño, vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, y el ministro de Inclusión Seguridad Social, José Luis Escrivá, opinan que hasta que la economía no se enfile, no tiene sentido subir el SMI para 2021, por lo que emplazan esta decisión para más adelante, dentro de un marco de diálogo social.

En el año 2021, el SMI se ha congelado de forma temporal en 950 euros al mes, es decir, se realiza una prórroga hasta nuevo aviso, tanto para los trabajadores fijos como para los eventuales o temporeros, así como para los empleados de hogar.

El alza producida en 2020 fue del 5,5% con respecto al SMI 2019 a 950 euros, subida que repercutió a más de 2 millones de trabajadores, teniendo efecto a partir del 1 de enero de 2020 con fin de la vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020. En 2019 el SMI se disparó un 22,3% y en 2018, un 3,98%, incrementos que van en contra de lo que pedían los economistas para tratar de mejorar la maltrecha competitividad del país.

Escrivá mantiene las bases mínimas vigentes

Por otro lado, ante la paralización de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), el Gobierno de Pedro Sánchez se ha visto obligado a introducir una disposición adicional en el decreto que prorroga los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en la que aclara que las bases mínimas de cotización de 2021 serán las que estaban vigentes el 31 de diciembre de 2019.

En concreto, la disposición establece que hasta que no se apruebe el real decreto que fija el SMI para 2021, las bases mínimas de cotización a la Seguridad Social aplicables durante este año serán las vigentes a 31 de diciembre de 2019. Sin embargo, Escrivá avisa a los empresarios: las bases mínimas sí que se actualizarán en el caso de que Pedro Sánchez autorice el alza del SMI que quiere Yolanda Díaz, lo que sin duda asestaría un nuevo golpe a un sector privado muy golpeado por la crisis del coronavirus.