Economía
MERCADO LABORAL

Los empresarios estallan contra la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas: «Hundirá la productividad»

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas hundirá la productividad

La patronal española de empresarios CEOE cree que la reducción por decreto de la jornada laboral a 37,5 horas semanales romperá el diálogo social y dañará gravemente la productividad de la economía española, según fuentes consultadas por OKDIARIO. Los citados medios se declaran primero perplejos y luego han estallado por el acuerdo alcanzado entre Sánchez y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para recortar a lo largo de la próxima legislatura la jornada laboral, en caso de que sea investido el actual presidente en funciones.

«Supone una clara intromisión en el diálogo social, pues esta es una cuestión que debería ser objeto de negociación entre las empresas y los sindicatos». Irónicamente, la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha adoptado la misma postura que CEOE. «Aunque habrá que hablar -en el diálogo social y en el marco de la negociación colectiva- de la duración de la jornada laboral, durante la próxima legislatura la prioridad debe ser acabar con el paro y conseguir el pleno empleo efectivo», ha asegurado.

CEOE, la organización que agrupa a las pequeñas y medianas empresas Cepyme, y la que reúne a la mayor cantidad de autónomos del país (ATA)  han hecho público un comunicado conjunto en el que el rechazan los planes intervencionistas de la eventual coalición de Gobierno, «que tendrá repercusiones negativas para la evolución de la coyuntura económica y del empleo».

Según las fuentes contactadas, «puede que haya algunas empresas, incluso más que sectores completos, que puedan permitirse una reducción del número de horas trabajadas, pero esta es una cuestión que debería remitirse a la negociación colectiva en la que tienen interés tanto las empresas como los sindicatos representativas de la mayoría de los trabajadores». En todo caso, «dudamos mucho de que, dada la situación por la que están atravesando la mayoría de las compañías y de los autónomos -asfixiados a impuestos y cotizaciones sociales-, se pueda reducir la jornada laboral pagando lo mismo, sin alterar la retribución de la mano de obra».

En opinión de los empresarios, una reducción de la jornada «incrementaría los costes laborales, ya muy presionados por los impuestos y la subida de salarios incluso por encima de la inflación con el fin de retener a empleados ante la creciente falta de efectivos a pesar de que tenemos la tasa de paro más elevada del Continente». Por otra parte, una medida de esta naturaleza «sería un golpe bajo en contra de la productividad, que es un indicador en el que no destacamos precisamente en España». Finalmente, sería muy nocivo para la creación de puestos de trabajo, así como para la evolución futura de la ocupación, añaden los citados medios.

Una prueba de cocina en el sector de la hostelería.

Pero la preocupación de los empresarios aumenta si se contemplan algún otro de los acuerdos alcanzados entre Sánchez y Sumar para propiciar su investidura y renovar como presidente del Gobierno. Otro de los elementos más conflictivos es el aumento del Salario Mínimo Interprofesional pactado, con el fin de que se sitúe progresivamente en el 60% del salario medio. «Una iniciativa de este tipo sería letal para las compañías, después de que el SMI haya aumentado ya un 40% desde que el PSOE de Sánchez recuperó el poder».

«Esta circunstancia será letal para algunos sectores como la agricultura y la hostelería, que siguen siendo claves en nuestro sistema productivo, y condenará al desempleo permanente a las personas más jóvenes -tenemos también la mayor tasa de paro juvenil de Europa- y con menor cualificación profesional», aseguran. «Y ya lo que sería de traca es un endurecimiento de las condiciones del despido, subiendo los actuales niveles de indemnización. Esto acabaría por rematar el camino hacia la rigidez del mercado laboral en el que parece que está inmerso la futura coalición de Gobierno, y que es precisamente la única causa por la que tenemos una tasa de paro estructural más elevada que el resto de los países de nuestro entorno».

Las fuentes citadas destacan que todas estas medidas van a coincidir con una franca desaceleración de la economía, que ya por sí misma va a dificultar y mucho la creación de nuevos puestos de trabajo. El Ministerio de Economía ha previsto un aumento del PIB del 2% para el año próximo, pero la mayoría de los servicios de estudios sitúan el crecimiento para 2024 en el entorno del 1,5%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha previsto un 1,8% de aumento, «y estas son cifras que, como demuestra la evidencia empírica, no permiten generar empleo adicional y mucho menos reducir la tasa de paro».

La experiencia sobre la reducción de la jornada laboral en aquellos países en lo que se ha ensayado, y el primero de ellos fue Francia con el Gobierno de Lionel Jospin fue nefasta, pues tuvo efectos muy negativos tanto para la creación de empleo como sobre la evolución de la productividad.