Diferencias entre renta fija y renta variable

Según la aversión al riesgo que tenga una persona, se le contratarán un tipo de fondos u otros. La división más clásica según este parámetro es la renta fija y la renta variable. Hay quien confunde, de forma errónea, un fondo de renta fija con una inversión de riesgo cero, de forma que es imposible que se pierda nada de la inversión y que, además, ofrece un rendimiento seguro en un plazo determinado.

No obstante, el único producto que garantiza un interés seguro es el depósito bancario, que consiste en inmovilizar durante el plazo estipulado una cantidad de dinero para, cada determinado tiempo (al finalizar el plazo o de forma mensual, trimestral, semestral o anual, como se establezca en el contrato), recibir el interés correspondiente.

Este dinero sí que está del todo asegurado y, además, en caso de quiebra de la entidad financiera, está asegurado por el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) por un importe máximo de 100.000€ por cuenta y persona en cada entidad.

En la mayoría de los fondos se diversifican las inversiones

¿Qué es un fondo de inversión?

Un fondo inversión es una cartera formada por una serie de participaciones que se utilizarán para adquirir otros productos. Según la evolución de estos productos en los cuales invierte el fondo, el valor total de éste bajará o subirá. Finalmente, al vender las participaciones, se habrá ganado o perdido dinero según la situación de la cartera en aquel momento.

En la mayoría de los fondos, para no asumir el riesgo entero en un solo campo, se diversifican las inversiones en productos distintos. ¿Y en qué tipo de productos se invierte? Pues dependerá de la aversión al riesgo de la persona que decide emprender tal inversión. Según esta actitud, encontramos tres tipos de fondos: de renta fija, variable y mixta.

– Fondos de renta fija: se invierte en productos que se consideran de riesgo bajo. Como consecuencia, la rentabilidad no será alta, ya que a menos riesgo menos valor esperado. Invierten en estos fondos personas con alta aversión al riesgo. Los productos más habituales que forman parte de este tipo de fondos son los bonos del Estado, la deuda pública y los pagarés de empresas.

– Fondos de renta variable: se invierte en productos que se consideran de riesgo mayor. Así, tanto los beneficios esperados como las posibles pérdidas en caso que la evolución sea negativa son mayores. Los productos en los que invierten este tipo de fondos son las acciones de empresas, los bonos de empresas y los American Depositary Receipt (ADR).

– Fondos de renta mixta: son una mezcla de los dos anteriores: combina productos de alto riesgo con otros de menor. Así, se consigue una cartera diversificada y se para el golpe de posibles grandes pérdidas causadas por aquellos activos de más riesgo.