Crisis energética

Defensa alertó en 2014 del riesgo de corte del gas ruso pero Sánchez lo ignoró en su plan energético

Defensa gas Rusia
Vladimir Putin Teresa Ribera
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El Instituto Español de Estudios Estratégicos, organismo del Ministerio de Defensa, alertó ya en 2014 del riesgo que suponía un posible corte del gas por parte de Rusia como el que puede producirse ahora. Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez ignoró esta advertencia y no incluyó esta eventualidad en su Plan de acción Preventivo del Sistema Gasista español 2018-2023 y no tiene ninguna medida contemplada en caso de que este escenario se haga realidad.

Este Instituto elaboró un documento durante el Gobierno de Mariano Rajoy -con Pedro Morenés como ministro de Defensa- titulado ‘El Midcat: el papel de España en la seguridad energética de Europa’. En él se defendía la necesidad de construir el gasoducto entre España y Francia a través de los Pirineos, proyecto que se ha reactivado ahora, para «convertir a España en un actor clave para la seguridad energética de la UE».

En él, la analista María del Mar Hidalgo García alertaba de que «una tercera parte del gas y petróleo que se consume en la UE depende de Rusia y un 40% de este gas se suministra a través de Ucrania. Esta dependencia del exterior y la falta de conexiones dentro de sus fronteras sitúan a la UE en una posición muy vulnerable desde el punto de vista energético y puede colocarla en un puesto alejado de las grandes economías mundiales».

A esto se sumaba la creciente demanda de gas por parte de los países asiáticos y la autosuficiencia energética de Estados Unidos, que alejaba sus intereses de los de la UE. «En este contexto, la seguridad energética de la UE entendida como la garantía de suministro a un precio razonable puede verse seriamente afectada si no se toman las medidas adecuadas», concluía el citado informe.

Sánchez ignoró a Rusia

A pesar de estas claras advertencias, que tenían detrás los cortes de gas que Vladimir Putin ya acometió en 2006 y 2009, el Gobierno socialista decidió ignorarlas y no incluyó a Rusia entre los riesgos potenciales para el suministro de gas. El Plan de acción Preventivo del Sistema Gasista español, elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera, sólo incluyó como riesgos potenciales para el suministro a Noruega (primer suministrador de gas a Europa) y Argelia (tercero).

Al desoír las advertencias de este Instituto, ahora Ribera se ve obligada a elaborar a toda prisa un nuevo plan de contingencia para el escenario de un corte del suministro de gas ruso, como adelantó OKDIARIO. Este jueves mantuvo reuniones con varias empresas energéticas, como también informa hoy este periódico.

El riesgo es el precio

Según todos los actores del mundo energético, el mayor riesgo para España es una fuerte subida del precio del gas hasta niveles muy superiores a los récords actuales, debido a la escasez de la materia prima y a la fuerte demanda que llegará en otoño. Algo que dispararía todavía más el precio de la luz, pese al famoso tope al gas (que ha conseguido una electricidad más cara que antes de la medida). Menos probable es un corte de suministro, ya que hay otros países con una dependencia mucho mayor del gas ruso, como Alemania.

Pero tampoco se puede descartar: en ese caso, nuestro país dependería del suministro por barco (metaneros). Y, aunque la mayoría de este suministro está sujeto a contratos a largo plazo, en una emergencia internacional con todos los países buscando gas desesperadamente, nadie puede garantizar el cumplimiento de estos compromisos. Para evitar este caos, Bruselas va a coordinar los planes de contingencia de todos los países europeos.

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