¿Cómo afecta el Brexit a una hipoteca multidivisa?
Uno de los productos que existen para financiar la compra de una vivienda o un local son las hipotecas multidivisa. Se trata de un producto por el cual la evolución de la cuota mensual a hacer frente no se regula a través del Euríbor, sino a través de otro indicador llamado libor. Éste fluctúa según cual sea la diferencia entre la cotización del euro y la divisa con la cual se ha decidido contratar la hipoteca. Por lo tanto, la persona o empresa debe una hipoteca en la divisa escogida, no en euros.
Se trata de un producto de alto riesgo. En caso que la divisa escogida (normalmente dólares, yenes o libras) suba en valor respecto el euro, el total que se debe afrontar sube hasta valores que pueden llegar a hacer peligrar la sostenibilidad de la compañía o particular. Ahora bien, si el euro se refuerza respecto la otra moneda, ocurre lo contrario: el valor total de la deuda es, relativamente, menor.
¿Qué impacto puede tener el Brexit sobre la hipoteca multidivisa?
Aquéllos que hayan contratado una hipoteca multidivisa en libras es muy probable que sufran, a corto y medio plazo, importantes fluctuaciones en la cantidad mensual de cuota que deberán de afrontar. Una de las primeras consecuencias de la elección de los británicos ha sido una caída del valor de la libra. Por lo tanto, de acuerdo con las explicaciones mostradas, el valor de la hipoteca multidivisa contratado en libras baja.
¿Qué otros aspectos hay que tener en cuenta en una hipoteca multidivisa?
Hasta el momento, podría parecer que contratar una hipoteca multidivisa en libras podría ser una buena elección de financiación. Ahora bien, antes de hacerlo, hay que tener en cuenta estos aspectos:
- Acostumbran a tener un diferencial muy alto: el diferencial de este tipo de hipotecas respecto el líbor es más alto que en las tradicionales sobre el Euríbor. Al existir un mayor riesgo y volatilidad, las entidades también suben su margen para evitar posibles pérdidas por las diferencias de cambio.
- El importe de las comisiones acostumbra a ser muy elevado: existen comisiones que no encontramos en las hipotecas tradicionales, como por ejemplo una referente a un pago que hay que afrontar cada vez que se paga una cuota (normalmente mensual) en concepto de cálculo del tipo de cambio.
- Tiene un alto coste de apertura: la cláusula de apertura es mayor que en las hipotecas tradicionales. De la misma forma que en el caso anterior, se justifica por el hecho de tener que calcular la diferencia entre tipos.
- No existe la posibilidad de subrogación: ante cualquier cambio, hay que escriturar una nueva hipoteca y, por lo tanto, hacer frente a todos los gastos derivados de ello.
- Cambios constantes en el valor del bien: cada vez que se haga una revisión del cambio, el mismo valor del bien hipotecado varía. Por lo tanto, puede pasar que, en caso de querer vender la propiedad, su valor sea más bajo al inicial o que, aun habiendo vendido la vivienda o local, se deba algún importe al banco porque el total de la deuda pendiente no se ha podido cubrir con tal venta.
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