Economía
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Casi 4 millones de españoles tienen pendientes facturas de luz y gas pese a las medidas de Sánchez

Estas cifras podrían incrementarse en los próximos meses, ya que el 28% prevé que, si sigue aumentando el precio de la energía, no podrá pagar las facturas.

Los hogares españoles con menos recursos pagarán una factura de luz 550 euros más cara que en 2020

El incremento de las tasas inflacionistas está limitando la capacidad de pago de las familias, provocando una mayor preocupación por el futuro. A pesar del ajuste realizado en los gastos, los resultados de una encuesta muestran que el 21% de los hogares españoles -casi 4 millones- reconoce no haber abonado a tiempo alguna de sus facturas energéticas durante los últimos 12 meses.

Así se desprende del Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, que muestra que la principal razón es, en la mayoría de los casos, no haber tenido en ese momento el suficiente dinero para hacer frente a dicho pago (48%). Estas cifras podrían incrementarse en los próximos meses, ya que el 28% prevé que, si sigue aumentando el precio de la energía, no podrá pagar las facturas correspondientes a esta partida.

La pobreza energética implica que los hogares carecen de recursos suficientes para satisfacer las necesidades energéticas domésticas -como electricidad, gas o calefacción- debido al bajo nivel de recursos, el coste de los suministros o la baja eficiencia energética de la vivienda. En España el problema se ha agravado, ya que los precios de la energía han aumentado con gran intensidad, al mismo tiempo que muchas personas han perdido su empleo y han visto caer sus ingresos familiares tras la crisis del Covid-19. 

Aunque entre 2018 y 2021 el porcentaje de hogares que sufrieron retrasos en el pago de sus recibos disminuyó, el gasto energético desproporcionado o tener una renta insuficiente tras el pago de las facturas de luz o gas de la vivienda siguen siendo problemas que afectan al 25% de los hogares en España, según los datos de Green Building Council, lo que supone que 8,1 millones de personas en nuestro país sufren pobreza energética, viéndose obligados a tirar de ahorro para poder hacer frente a las facturas.

Los retrasos en el pago de los recibos son particularmente graves porque pueden acarrear el corte del suministro, una situación poco deseable desde el punto de vista social, que afectó a muchos hogares en la crisis de 2008. Según los datos de la Encuesta EINSFOESSA, cerca de un 6,5% de los hogares se vieron obligados durante la pandemia a enfrentarse a avisos de corte de luz, agua o teléfono por problemas económicos.

Por otra parte, aunque se observa una cierta mejoría entre 2018 y 2021 en el porcentaje de hogares que se han visto obligados en los últimos doce meses a reducir los gastos fijos de la casa -luz, gas, agua, calefacción, etc- o a reducir los gastos de teléfono, televisión o internet, estos problemas alcanzaban en 2021 al 16,7% y 14,8% de los hogares, respectivamente.

De cara al invierno, los hogares con bajos ingresos tienen una preocupación clara: la factura del gas. Y es que, una familia media que el año pasado pagó por el gas unos 1.500 euros en total (125 euros al mes de media) pasará a tener que afrontar un coste de más de 5.500 euros en los próximos 12 meses (entre 450 y 500 euros al mes). Como los recibos del gas dependen del consumo, son más abultados en los meses de frío, en los que la factura superará holgadamente los 1.000 euros.