Economía
Patinetes eléctricos

El ‘Cabify’ de los patinetes desembarca en Barcelona y ‘regala’ 4€ a los usuarios por recargarlos

Ni coches, ni motos, ni bicicletas. La nueva modalidad de transporte compartido, impulsada por la startup sevillana UFO, tiene dos ruedas e inspira adolescencia: el patinete eléctrico. Dos jóvenes emprendedores, Mario y Víctor, viajaron a California y los patinetes estaban «por todas partes. Vimos la necesidad de implantarlo en el mercado europeo y ofrecer una movilidad sostenible en las ciudades españolas», explica Mario.

El primer asfalto por el que circularán es el de Barcelona, la ‘California española’ y los ciudadanos que lo utilicen tendrán un premio si recargan estos patinetes: 4 euros. «Los usuarios pueden dejar el patinete en el lugar de la ciudad que prefieran. Para llevar a cabo la carga de los patinetes, UFO propone a sus usuarios convertirse en chager a cambio de una remuneración económica. Los usuarios pueden ganar un ingreso extra de 4 euros por cada patinete que cargan», cuenta el fundador.

La cantidad puede aumentar porque la carga de patinetes es ilimitada. «El uso del patinete no está directamente relacionado con la carga. Es decir, un usuario puede utilizar un patinete y no ser él quien lo cargue. Igualmente, hay usuarios que pueden cargarlos sin haber hecho uso del servicio durante ese día. Al decir que no hay límite nos referimos a que un mismo usuario puede cargar varios patinetes si así lo decide».

Cero emisiones

Las ventajas para los fans de los patinetes no terminan aquí. En UFO colaboran con las principales marcas y fabricantes de este tipo de vehículos eléctricos. Y, aunque ahora están centrados en este mercado, prometen sorpresas en el futuro.

Lo cierto es que, en opinión de los fundadores, la movilidad está cambiando y sostienen que los vehículos eléctricos serán el futuro. «Apostamos por un transporte limpio y sostenible que ayude a eliminar las grandes cantidades de CO2 que cada año se emiten a la atmósfera. Nuestra elección de crear un sistema de sharing con patinetes eléctricos nace para resolver el problema de movilidad del first-last mile, es decir, ayudar a nuestros usuarios a recorrer distancias menores a 3 kilómetros de manera divertida, cómoda y económica».

La clave no sólo está en lo eléctrico, sino en lo compartido. «La movilidad ya no se trata desde el punto de vista de la posesión, si no en tener acceso a ella. Es movilidad compartida porque varios usuarios utilizan el mismo patinete durante el mismo día. Optimizan los recursos de movilidad y hacen uso de ellos sólo cuando lo necesitan. La idea no es que el usuario tenga el patinete todo el día, sino que haga uso de él solo cuando lo necesita», indican.

Desbloquearlo por 1 €

El número de patinetes dependerá de la demanda y del tamaño de la ciudad. Desbloquearlo supone el gasto de un euro por parte del usuario y después, el precio por servicio es de 15 céntimos por minuto. «Los patinetes cuentan con una autonomía de 20 kilómetros y están pensados para una media de tres usos diarios», añaden.

Aunque no es el primer proyecto que ponen en marcha, es el que más les ha marcado. Han superado obstáculos, cuentan, pero ha merecido la pena. «No sólo para nosotros si no también para la sociedad y los ciudadanos», explica Mario.

Los patinetes no tienen género, ni edad. «Puede utilizarlo desde un ejecutivo para ir a trabajar hasta un estudiante. También es una buena opción para turistas que quieran conocer la ciudad desde otro punto de vista o un grupo de amigos que quiera disfrutar la ciudad». Por esta razón es por la que, si se imaginan dentro de diez años, se ven en los smartphones de todos los europeos.