desde el 4,5% de su previsión de abril

Banco de España rebaja al 4,1% el crecimiento del PIB este año y alerta sobre la inflación subyacente

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Banco de España.
Carlos Ribagorda

El Banco de España ha rebajado cuatro décimas su previsión de crecimiento de la economía nacional para este año y lo sitúa ahora en el 4,1%, según su informe de proyecciones económicas de junio, presentado este viernes. Además, la entidad que preside Pablo Hernández de Cos ha rebajado en tres décimas su anterior previsión del IPC, hasta el 7,2%, pero alerta sobre el alza de la inflación subyacente -que no tiene en cuenta el precio de la energía y de los alimentos-, que sitúa ahora a final de año en el 3,2%.

La entidad advierte también de que la deuda pública a final de año será superior a su anterior previsión, y la sitúa en el 114,1% del PIB, frente al 112,6% de su estimación de abril.  En cuanto al déficit, el Banco de España, que ha sido criticado por diferentes ministros del Gobierno acusado incluso de hacer valoraciones políticas, estima ahora que finalizará el año en el 4,6% -cuatro décimas mejor que lo previsto en abril-.

El Banco de España se une de esta forma a todos los organismos nacionales e internacionales, que también han revisado a la baja su previsión de crecimiento para este año al entorno del 4 -4,5%. Según explica la entidad en el informe, la rebaja de cuatro décimas del PIB se debe al peor comportamiento de la economía en el primer trimestre del año, que resta seis décimas, y mejora dos décimas por la recuperación más fuerte de la esperada de ciertos sectores importantes para España como el turismo.

Inflación

La gran incertidumbre para la economía es la inflación. El Banco de España la sitúa en primer lugar entre los riesgos por los precios de la energía y de los alimentos, y el posible incremento del IPC si se suben los salarios en exceso en los convenios colectivos. La entidad prevé que el IPC se relaje en el segundo semestre y en su previsión del 7,2% no está incluido el impacto de la rebaja del precio del gas recientemente aprobada por Bruselas y la ampliación de la rebaja de las gasolinas hasta septiembre. Estas dos medidas bajarían un 0,8% la inflación.

Sin embargo, para los años 2023 y 2024 la entidad prevé más inflación que en su anterior previsión: 2,6% el año próximo -2% estimaba en abril-, y 1,8% en 2024 -1,6% preveía en abril-. El problema a corto plazo es la subyacente, que «se prevé que siga acelerándose a corto plazo en un contexto en el que la guerra en Ucrania y la política de ‘COVID cero’ de China han retrasado la resolución de las alteraciones en las cadenas globales de suministro», señala el informe. La subyacente será del 3,2% este año, 2,2% en 2023 y en 2024, 2%.

Otro de los riesgos que apunta el Banco de España es la guerra en Ucrania y su posible extensión en el tiempo, que tendría su impacto en el precio de la energía y los alimentos, y la prolongación de los cuellos de botella en el comercio mundial por los problemas de suministro y la política de ‘Covid Cero’ de China. Aún así, la entidad constata que hay una cierta mejora de la actividad económica en España en el segundo trimestre y prevé que el PIB crezca de abril a junio un 0,4% -0,3% en el primer trimestre-.

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