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El Banco de España descarta que la subida actual de la vivienda sea causa de una burbuja como en la crisis

Según los datos publicados este viernes por el INE, el precio de la vivienda encadena 20 trimestres consecutivos al alza

El Banco de España no cree que el alza del precio de la vivienda, el 6,8 % en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2018, pueda desencadenar otra crisis económica, ya que las actuales subidas no son uniformes y esta es una diferencia respecto a los aumentos que desencadenaron la crisis anterior.

«No vemos indicios de sobrevaloración generalizada, aunque es un elemento que seguimos con atención y de manera continuada», ha dicho el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, en la rueda de prensa de presentación del nuevo informe de proyecciones macroeconómicas de la entidad.

Según los datos publicados este viernes por el INE, el precio de la vivienda encadena 20 trimestres consecutivos al alza y aceleró dos décimas su avance respecto al cuarto trimestre del año pasado (6,6 %), impulsado por el mercado de obra nueva.

Sin embargo, Arce ha puntualizado que este crecimiento «no es uniforme por regiones ni por ciudades» sino que se concentra en las grandes capitales, como Madrid y Barcelona, y en algunas zonas costeras.

«Esto es una diferencia importante respecto al anterior ciclo expansivo que nos llevó a la crisis», ha insistido.

Por otra parte, el director general de Economía del Banco de España ha negado que la economía española esté sufriendo un proceso de recalentamiento aunque los costes laborales unitarios no se estén trasladando a los precios y los márgenes empresariales estén disminuyendo, no solo en España sino también en el conjunto de la Eurozona.

Además, ha reconocido que la capacidad de ahorro de los hogares se irá recomponiendo en los próximos años y ha incidido en que existe «cierto margen para que los hogares mantengan una tasa de ahorro mas elevada de la habitual», después de que el informe anual presentado recientemente no descartar que los hogares de rentas más bajas estén siendo especialmente optimistas a la hora de valorar su economía doméstica futura, dado que mantienen su tasa de ahorro en mínimos.