Economía
Crisis económica

La banca pide al Gobierno alargar la carencia de los créditos ICO para evitar el «efecto acantilado»

El Banco de España avisa a la banca: seguirá vetando el dividendo y deben aflorar la morosidad oculta

Santander, CaixaBank, Sabadell y la AEB consideran "crítico" volver a pagar dividendos

Los consejeros delegados de Santander, Sabadell y CaixaBank han pedido al Gobierno alargar el período de carencia de un año de los créditos avalados por el ICO, para evitar el llamado «efecto acantilado»: en marzo y abril de 2021 se debe acometer el primer pago y muchos clientes no podrán hacerle frente, lo que disparará la morosidad y las provisiones del sector. Asimismo, han vuelto a salir en defensa del pago de dividendos para mantener el atractivo del sector para los inversores y su acceso al mercado.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que «tiene todo el sentido» alargar estos plazos, puesto que la crisis del covid es más larga y profunda de lo que se esperaba cuando se concedieron y muchas pymes y autónomos no estarán en condiciones de empezar a devolverlos. Ahora bien, ha matizado que no se debe establecer un nuevo plazo general, sino atender a la situación de cada sector y a la viabilidad de cada empresa individual, puesto que hay situaciones muy dispares dentro de la economía española.

Según diferentes fuentes del sector, la banca está en negociaciones con Economía y con los supervisores para buscar fórmulas que permitan ampliar ese plazo, así como relajar la normativa contable para no tener que apuntarse como morosos todos esos créditos de golpe, con la consiguiente necesidad de provisionarlos. En ese sentido, Gortázar cree que, aunque la morosidad subirá inevitablemente en los próximos trimestres, se quedará lejos de los máximos de la última crisis.

Clamor para poder repartir dividendo

Por otro lado, todo el sector ha respondido de forma contundente al anuncio del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, de que el veto al pago de dividendos se mantendrá mientras dure la crisis. El presidente de la AEBJosé María Roldán, cree que el Banco Central Europeo (BCE) levantará el veto actual sobre los dividendos debido a que el sector ya está sufriendo de un «estigma excesivamente severo», cuando en realidad sí que tiene capacidad para retribuir a sus accionistas.

«Todo el mundo es consciente de la excepcionalidad de la medida, pero preocupa el efecto estigma. Se está señalando a entidades, dando un efecto contrario», ha indicado. «Cada vez hay menos pros para el mantenimiento de esta medida», ha apostillado el presidente de la patronal bancaria.

En un debate entre los banqueros organizado por Accenture y ‘El Economista’ en el seno del III Foro Banca, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha coincidido con Roldán en que medidas de cautela como las que ha tomado el BCE al recomendar que no se pagasen dividendos son «apropiadas en momentos puntuales», pero ha insistido en que deben ser temporales por el efecto que tienen en el coste de capital de la banca.

Según ha puesto de manifiesto, los bancos se enfrentan a una situación muy compleja, con tipos de interés estructuralmente negativos, compitiendo en un mundo global que requiere numerosas inversiones para estar a la altura del proceso de digitalización y con un incremento de las provisiones por la crisis del coronavirus, lo que hace que la banca «sea un sector poco atractivo para los inversores».

«Si el coste de capital se convierte en muy elevado y acaba produciendo que el sector no sea invertible, eso a medio plazo puede provocar un cierto estrangulamiento del crecimiento económico en un momento en que la banca tiene que seguir demostrando que es un claro distribuidor», ha explicado Guardiola, quien confía en que las autoridades considerarán eliminar la restricción al pago de dividendos en 2021.

De su lado, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha incidido en que mantener el acceso de los bancos al mercado es «crítico». Según ha apuntado, el sector ha elevado su nivel de capital y solvencia, pero también es muy importante el flujo de capital, cuyos componentes son los resultados generados y el acceso al mercado.

«En lo peor de la crisis griega, todos los bancos griegos fueron capaces de levantar capital del mercado. Habrá inversores que piensen que el sector bancario es atractivo, otros que no, pero si a eso le añadimos una recomendación de no pagar dividendo el atractivo cae. Eso puede ser temporal, pero las entidades que tengan capacidad para hacerlo, ¿por qué no van a poder pagar dividendos?», ha cuestionado Álvarez, quien cree que detrás de la recomendación general para todo el sector «hay un temor» desde el punto de vista de los reguladores de «empezar a señalar» a entidades.

Gortázar ha compartido las opiniones de sus competidores y ha añadido que, en un año como 2020, en el que va a caer la rentabilidad de las entidades, los dividendos que se puedan pagar serán menores. «Esa tendencia de que las cosas van peor y se refleja en los dividendos me parece lógico, pero, aún no habiendo toda la visibilidad que nos gustaría, hay más que en marzo y lo lógico es permitir un pago de un dividendo razonable», ha propuesto.

Además, Gortázar ha recordado que los destinatarios del dividendo pueden necesitarlo, como es el caso de la obra social de su grupo, que se nutre de los dividendos. «En un momento de crisis como ahora, esa tarea es más extraordinaria que nunca, no me parece lógico cortar ese flujo», ha lamentado.