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Aryzta; ¿bancarrota?

“No hay que creer que los demás, cuando compran masivamente unas acciones, saben más o están mejor informados. Sus causas pueden ser tan diferentes que es prácticamente imposible sacar consecuencias de ello.” André Kostolany

Infinitas son las situaciones en las que, siendo Trader profesional, me preguntan mi opinión sobre ¿cómo ganar dinero rápido? o ¿cuál es “El Santo Grial” del Trading? Y créanme que infinitas también son las veces que tengo la extraña sensación de que la seducción por el dinero fácil hace creer a la gente que un especulador profesional se dedica a fabricar dinero de la nada… Lógico es por lo tanto, que como nos enseñó Jesse Livermore en 1923, “¡la gente sólo quiere soplos, no solamente quiere recibirlos, sino que ansían darlos, puesto que aquí entra en juego la codicia y la vanidad!».

Muy lejos de ello, los Traders profesionales nos dedicamos al estudio persistente de los factores que subyacen en el mercado como son la oferta y la demanda, que en el mercado de acciones dependen en gran medida de la capacidad que tiene el propio mercado de comprender y valorar los fundamentales de las compañías cotizadas. Es entonces, a partir de ese punto, cuando operativamente nos dedicamos a gestionar, comprender y aceptar los riesgos que Mr. Market nos ofrece, ¡más allá del soplo de turno! Un soplo señores, que como el de Aryzta, ha terminado desgraciadamente por arruinar a muchísimos pequeños inversores.

En Blackbird Broker hemos cubierto incansablemente esta semana para con nuestros clientes el desplome de la empresa suiza de fabricación de pan, Aryzta, y las inquietudes que subyacen de una historia con trágico final. Siempre he sido consciente de que la mejor manera de sanar una herida provocada por el mercado y sobrevivir en él es aprendiendo de ella, dilapidando nuestro ego. Por ello, me inquieta compartir con ustedes las razones por las que muchos ciudadanos han perdido su dinero en esta mala inversión.

Soplos

Ingenuo es quien confía en un “soplo bursátil” en nuestra jauría sin realizar un detallado trabajo de fondo, se que siempre es complejo, puesto que el mero hecho de ver respaldado “el soplo” por un autoconvencimiento generalizado nos lleva a promediar incluso la posición perdedora, teniendo un tamaño de dicha posición, que en algunos casos llega al 100% del total del capital propio. Es en este bucle pernicioso cuando encontramos un instante en el que el Trader pierde el juicio, con la única intención de querer recuperar su dinero, siendo capaz de comprometer todo su capital operativo en una sola operación con el fin de no aceptar una pequeña derrota, decretando una futura bancarrota. Y ya sabemos que los errores de juicio en nuestro mercado se pagan muy caros pero la arrogancia señores es el principal destructor de capital que existe en la inversión bursátil.

No importa perder el 90% de tu capital en un valor de alto riesgo, si tu compromiso en cartera sobre dicho valor no va más allá del 1-2%. Las empresas recuperables de elevado riesgo nos pueden ofrecer rentabilidades del 300% ó 400% pero ¡ojo! ya que también pueden no recuperarse y perderlo todo. La única clave es comprender que nos dedicamos a gestionar los riesgos y claro, si somos capaces de entender eso, utilizaremos el tamaño de la posición como un nivel de Stop Loss, que nos ayude a cuantificar y controlar las tan temidas pérdidas. Evitar promediar a la baja y saber liquidar las cosas que no funcionan es sin duda la primera lección que debemos aprender en Aryzta.

Otro craso error, más pragmático, corresponde al estudio de los factores fundamentales que subyacen tras la formación de los precios. Para muchos es más simple comprar lo que cae, que lo que sube. Y ello es claramente un sesgo emocional traicionero. Sin embargo, hay que recordar que la acción del precio responde a la voluntad del mercado y que sin demanda no hay subidas. Los activos que no son demandados por el mercado generan oportunidades de inversión pero no siempre un activo repudiado es un activo infravalorado. En Blackbird siempre recomendamos analizar la generación de flujo de caja y la deuda. Las compañías que no responden con activos sus deudas y que no generan flujo de caja positivo tienen un evidente problema y por ello les exigimos a la hora de invertir que dichas compañías tengan un flujo de caja operativo positivo durante tres trimestres consecutivos y una deuda muy controlada. Y Aryzta, con números rojos y un working capital negativo, claramente tiene un problema ¿no les parece? Esperar a que genere caja positiva durante tres trimestres nos permitirá pagar un precio más caro pero con mucha mayor seguridad. Nunca olvidemos que una empresa deficitaria y endeudada solamente tiene un camino: ¡la ampliación de capital!

Finalmente, otra de las lecciones que nos ha dejado Aryzta es la necesidad de hacer uso del análisis técnico. Filtros como una media móvil de 40 semanas o bien los canales Donchian de 52 semanas, nos marcan de manera empírica que los precios de cotización suben, lo que nos puede ayudar a evitar colapsos, siempre que nos deshagamos de aquellas inversiones que coticen por debajo de dicha media móvil de 40 semanas y en mínimos de 52 semanas.  

Cómo ven, para mí más allá del soplo de turno; existe el criterio reflejado en el plan de Trading, que es al fin y al cabo el marco de trabajo de nuestra filosofía de inversión. Como decía Soros, no es importante acertar o fallar, ¡lo importante es lo que ganamos cuando acertamos y lo que perdemos cuando fallamos! y aplicando criterios de análisis fundamental y/o técnico con mucha disciplina y una correcta gestión del riesgo, marcaremos la diferencia entre no perder dinero, perder una cantidad aceptable, o arruinarnos. Pretender pensar como los demás siempre es un error, puesto que las causas de cada uno, son tan distintas, que lo que a uno le provoca una anécdota que contar, ¡a otros los lleva a la bancarrota!