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Adiós para siempre a los viajes low cost en avión: no hay vuelta atrás

¿Tenemos que decirle adiós a los viajes low cost en avión? ¿Se acabaron para siempre y no hay vuelta atrás? Parece ser que sí, si tenemos en cuenta que viajar en avión se ha convertido en un lujo que pocos pueden permitirse. Los precios de los billetes han subido de forma desorbitada en los últimos años, y todo apunta a que seguirán aumentando. ¿Qué ha pasado con las ofertas y los descuentos que nos permitían volar por Europa por menos de 10 euros? ¿Por qué las aerolíneas nos cobran cada vez más por un servicio que muchos usuarios valoran como cada vez peor?.

Adiós a los viajes low cost en avión

Las razones para ese aumento en el precio de los billetes de avión son varias, pero todas tienen un denominador común: el beneficio económico de las compañías aéreas que durante la pandemia por Covid-19 y sin vuelos despegando tuvieron bastantes pérdidas. Estas empresas han aprovechado el crecimiento de la demanda de viajes, la escasez de aviones y personal, y la falta de competencia para inflar sus tarifas. Además, han justificado sus subidas con el aumento de los costes del combustible, del mantenimiento y de las tasas aeroportuarias, aunque estos factores no hayan tenido un impacto real en sus cuentas.

Pero el beneficio no es solo post-pandemia. Antes de la llegada del Covid, las aerolíneas ya obtenían elevados beneficios, cuando los viajes low cost sí que se encontraban fácilmente. Así lo demuestran los datos. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas obtuvieron unos beneficios netos de 35.500 millones de dólares en 2019, un 4,4% más que en 2018. El precio del petróleo, por su parte, se mantuvo estable en torno a los 65 dólares el barril, y el consumo de combustible por pasajero se redujo gracias a la mejora de la eficiencia energética.

Ryanair, la aerolínea líder del mercado low cost en Europa, es un claro ejemplo de esta estrategia. La compañía irlandesa registró unos beneficios récord de 1.400 millones de euros en 2019, pero fueron los que amparándose en el precio del combustible, anunciaron en 2022 que se iban a acabar los billetes low cost. De hecho su consejero delegado, Michael O’Leary, anunció que los precios seguirían subiendo entre un 10% y un 15% en los próximos cinco años.

Billetes más caros y cargos adicionales por el equipaje

Esta situación es insostenible para los consumidores, que ven cómo se reduce su capacidad de viajar y se vulneran sus derechos. Las aerolíneas no solo cobran más por el billete, sino que también aplican cargos adicionales por el equipaje, la elección de asiento o el embarque prioritario. Además, ofrecen un servicio deficiente, con retrasos, cancelaciones, overbooking y malas condiciones a bordo.

Ante este panorama, parece necesario que las autoridades intervengan para regular el sector y proteger a los viajeros. Es imprescindible fomentar la competencia, controlar los precios abusivos, exigir el cumplimiento de las normas de calidad y seguridad, y garantizar la compensación por los daños causados. Y más ahora que los billetes están (nunca mejor dicho por las nubes). Puede que antes con la excusa de viajar barato, el consumidor asumiera que el servicio pudiera ser deficiente pero con lo que se paga ahora es inaceptable que las aerolíneas no ofrezcan un servicio a la altura.