Adiós para siempre a la cerveza. Su situación es límite y no hay sustitutos
La sequía amenaza también a la producción de cerveza
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La cerveza, una de las bebidas más populares y queridas en todo el mundo, se encuentra actualmente en una situación límite y crítica. El ingrediente esencial de esta bebida milenaria, el lúpulo, está amenazado por las altas temperaturas y la sequía que afectan a las regiones de cultivo en Europa. Esta crisis del lúpulo plantea una seria preocupación para la industria cervecera y sus amantes, ya que no hay sustitutos adecuados para este ingrediente fundamental.
La situación límite de la cerveza
La producción de lúpulo, esencial para el sabor y aroma característicos de la cerveza, se ha visto gravemente afectada en Europa debido a las condiciones climáticas extremas. La escasez de lúpulo ha llevado a un aumento significativo en los costos de producción y, en última instancia, a un encarecimiento de la cerveza en el mercado. Pero el problema no se detiene aquí, ya que también plantea preocupaciones medioambientales importantes.
La mayoría de la producción mundial de lúpulo se concentra en un puñado de países, siendo Estados Unidos y Alemania los principales productores que representan el 80% del total. Esta concentración geográfica no solo aumenta la vulnerabilidad de la industria cervecera ante eventos climáticos extremos, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente debido a la necesidad de transporte a larga distancia.
La solución puede estar en una empresa española
Ante esta crisis, una empresa madrileña se ha convertido en pionera al impulsar el cultivo de lúpulo en interiores, rompiendo con la dependencia de las condiciones climáticas y la geografía. Su enfoque innovador combina la agronomía, la biología, la química y la genética para desarrollar métodos de cultivo sostenibles y variables que permiten la producción de lúpulo durante todo el año.
Se trata de Ekonoke, que ha desarrollado un sistema de cultivo de lúpulo en entorno controlado, utilizando una técnica de hidroponía que permite ahorrar agua y energía, y garantizar la calidad y la resiliencia del lúpulo frente al cambio climático.
El sistema se basa en el uso de tecnología avanzada y conocimiento científico para optimizar las condiciones de luz, temperatura, humedad y nutrientes que necesita el lúpulo para crecer y desarrollar sus propiedades aromáticas y amargas. El lúpulo se produce localmente, bajo demanda y sin pesticidas, lo que reduce la huella ecológica y mejora la trazabilidad del producto.
Además, prestan una atención especial a los alfa ácidos, los compuestos que influyen en el sabor y el aroma de la cerveza. Mantener estas propiedades originales del lúpulo es esencial para asegurar que la cerveza conserve su sabor distintivo y único.
Aunque esta empresa representa un avance significativo en la industria cervecera española, es la única de su tipo tanto en Madrid como en todo el país. Sin embargo, su impacto podría extenderse más allá de las fronteras de la capital española. Se espera que a mediados de este año, la empresa tenga lista una prueba piloto en Galicia, lo que podría ser un paso crucial para garantizar un suministro sostenible de lúpulo en toda España y, posiblemente, en Europa y poder paliar esa situación límite en la que se encuentra la cerveza.