Adiós a las frutas y verduras de siempre en los supermercados: la nueva ley que lo cambia todo
Con la nueva normativa sobre el desperdicio de comida, los supermercados deberán vender las verduras y fruta "fea"
Durante años, los lineales de frutas y verduras de los supermercados nos han acostumbrado a ver piezas o productos que se presentan de un modo casi perfecto. De este modo, la costumbre es la de ver manzanas brillantes, plátanos sin una sola mancha, tomates bien redondos, o también hojas de lechuga si restos ni manchas. Pero lo que muchas veces no vemos es lo que queda fuera: toneladas de alimentos descartados únicamente por «no entrar por los ojos».
Sin embargo, eso ahora va a cambiar y no se trata de algo pasajero o de una campaña puntual, sino de una ley que entra en vigor y que pone patas arriba nuestra manera de comprar, vender y entender los alimentos. España ha dado un paso firme en la lucha contra el desperdicio alimentario, un problema silencioso pero enorme, que afecta tanto al bolsillo como al planeta. Con cifras que marean (más de mil millones de toneladas de alimentos tiradas cada año en el mundo), era cuestión de tiempo que se adoptaran medidas concretas. Esta nueva normativa, ya vigente desde el 3 de abril, pone el foco especialmente en la venta de productos considerados feos o imperfectos, hasta ahora marginados por no cumplir con ciertos estándares estéticos.
La idea no es sólo reducir el despilfarro, sino transformar por completo la cadena alimentaria. Desde los supermercados hasta los bares, pasando por los hogares, todos estamos llamados a repensar nuestros hábitos. Porque lo que antes se tiraba sin pestañear, ahora tiene una segunda vida y además, un precio más bajo.
Adiós a las frutas y verduras de siempre en los supermercados
La Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, aprobada en España y en vigor desde el 3 de abril, es la ley que va a marcar un antes y un después en como se gestiona la comida en todo el país. Esta normativa no sólo busca reducir la cantidad de alimentos que acaban en la basura, sino que lo hace con una jerarquía clara de prioridades. En primer lugar, se promueve la donación de excedentes a bancos de alimentos y organizaciones sociales. Sólo si esto no es posible, se pueden aplicar otras formas de reutilización, como el uso para piensos o compost.
Pero la gran revolución está en los supermercados. Desde ahora, están obligados a vender productos feos o con imperfecciones, que antes ni siquiera llegaban al expositor. Frutas con golpes leves, verduras de formas extrañas o con manchas superficiales… todas esas piezas que, aunque están perfectamente aptas para el consumo, eran descartadas por criterios puramente visuales. Con esta ley, ya no sólo podrán venderse: deberán hacerlo, y además con un descuento que incentive su compra.
Los restaurantes y bares también se ven afectados
La ley no se queda solo en los supermercados. Los restaurantes y bares también están implicados en este nuevo modelo más consciente. Desde hace tiempo muchos locales ofrecen a los clientes la posibilidad de llevarse las sobras a casa, pero ahora es obligatorio hacerlo sin coste adicional. Ya no hace falta que el cliente lo pida con timidez o se preocupe por si le van a cobrar el táper: los envases deben estar disponibles, y gratis. Así, se normaliza algo que en otros países ya era habitual desde hace años.