Uno de los movimientos más sonados del mercado de invierno es la marcha de Martin Ödegaard al Arsenal. La principal apuesta del Real Madrid de cara al futuro no encuentra su hueco en el primer equipo madridista, lo que le ha llevado a abandonar el club para continuar su progresión lejos de Valdebebas. El noruego emprenderá una nueva y corta aventura con los gunners en la Premier League, a la espera de que el próximo curso las oportunidades en el conjunto blanco sean mayores y le permitan gozar de los minutos que durante sus primeros meses a las órdenes de Zidane no ha tenido.
Su cesión al Arsenal es un hecho. Según Charles Watts, periodista inglés de Goal, ya habría pasado el reconocimiento médico, conocido a sus nuevos compañeros y en unas horas se oficializará el cierre de la operación. Pero, pese a la cesión, el conjunto blanco cuenta plenamente con él de cara al futuro. El Real Madrid no ha incluido ninguna cláusula de compra al conjunto londinense, por lo que una vez concluya la temporada el 30 de junio, Ödegaard regresará de nuevo a la capital española.
Pese a la falta de oportunidades esta temporada en las filas madridistas, el club sigue depositando sus esperanzas en que fuera la mayor perla del fútbol europeo hace unos años. Convertido ahora en realidad, en el club confían en que adquiera una importancia capital en un futuro próximo. Motivos ha dado más que de sobra tras su primera temporada en la élite del fútbol español, en la que dejó pocas dudas acerca de lo que puede llegar a convertirse en los próximos años.
Su cesión a la Real Sociedad fue todo un éxito, convirtiéndose en el jugador revelación de la pasada campaña. Durante gran parte del curso fue uno de los nombres más destacados de la Liga Santander, lo que precipitó su regreso al conjunto madridista un año antes de lo previsto.
Con confianza y galones para coordinar el ataque txuri-urdin, Ödegaard consiguió explotar y la directiva madridista le vio preparado para coger paulatinamente el testigo de Luka Modric en el conjunto blanco. Entonces, el joven no vio muy bien su vuelta al equipo que le fichó cuando apenas tenía 16 años. El nórdico consideraba que aún podía crecer más en Anoeta.
El noruego había encajado a la perfección en el esquema de Imanol Alguacil y aún sentía que podía hacer cosas importantes en un equipo destinado al éxito. La juventud, calidad y hambre de los integrantes del conjunto donostiarra lo hacían el mejor lugar para continuar con su crecimiento durante la temporada que restaba. Sin embargo, las necesidades de los blancos en un mercado marcado por la ausencia de fichajes, acortaron su estancia en San Sebastián.
Su repesca fue una decisión del club que además contó con el visto bueno de Zidane. Aunque para el técnico su llegada para la presente temporada no fue una prioridad, la situación económica del club y la falta de refuerzos provocaron que el técnico acabara aceptando la incorporación del nórdico, que rápidamente se lo ganó, llegando a ser titular en los dos primeros partidos de la temporada.
Marcará el futuro del Madrid
En el Real Madrid no hay dudas de que Martin Ödegaard está llamado a ser un referente durante la próxima década. A sus 22 años, ha dado argumentos más que de sobra que confirman su calidad y su valía para un equipo de la talla del blanco. Sin embargo, la falta de oportunidades le ha llevado a tomar la decisión de marcharse y así no estancarse en su progresión.
A las órdenes de Mikel Arteta dispondrá de la confianza que no ha terminado de brindarle Zizou. El entrenador español se encargó de ponerse en contacto con él, para transmitirle que en el Emirates sería un jugador importante. Además, si hay algo que ha demostrado el conjunto inglés a lo largo de los últimos años es que es especialista a la hora de cuidar a los jóvenes, más aún en el caso de Ödegaard, al que su currículum avala. A pesar de su corta edad, su experiencia en las máximas categorías del fútbol europeo es más que notable, tras tres años en la Eredivisie neerlandesa y uno en la Real, dejando una huella notoria tras su paso.
Mermado por las lesiones
También se hizo notar en el Real Madrid. Al menos, durante los primeros compases de la temporada. Nada más comenzar la temporada, todo apuntaba a que Ödegaard tendría protagonismo desde el primer momento. Zidane, de hecho, le otorgó la titularidad en los dos primeros encuentros del curso. Sin embargo, no estaba al nivel que había mostrado meses atrás, lo que le acabó llevando al banquillo.
Después, han sido las lesiones las que han condicionado su primera etapa en el primer equipo madridista. Ya le mermaron en el tramo final de la temporada pasada, privándole de jugar tras el confinamiento y este curso han continuado incordiándole. En octubre, regresó del parón internacional lesionado, lo que le impidió estar a disposición de Zidane durante un mes. Volvió a entrar de manera habitual en los planes del técnico hasta que una nueva lesión le frenó, impidiéndole participar en el mejor tramo de la temporada del equipo, lo que le ha terminado descartando definitivamente.
Zidane apostó por su vieja guardia y le salió bien, dejando pocas oportunidades al resto de la plantilla. En esta gestión de los minutos es precisamente donde no sale bien parado Ödegaard. El noruego ha jugado únicamente seis minutos -contra el Celta- en los últimos ocho encuentros, lo que le ha llevado a solicitar al club una salida en la ventana invernal.