En el último mes, el Real Madrid ha experimentado una notable mejoría que le ha llevado a reengancharse a la Liga y superar como primero de grupo la primera fase de la Champions League. Un cambio radical al que no ha contribuido Martin Ödegaard. El noruego no juega desde la última derrota de los madridistas frente al Shakhtar Donestk. Las lesiones están condicionando su primera temporada en el conjunto blanco, que no le están permitiendo rendir al nivel esperado.
Las expectativas respecto a su figura eran altas. Después de ver el rendimiento mostrado el pasado curso en su primera temporada en la Liga Santander con la Real Sociedad, el club le repescó para liderar la transición generacional, como relevo de Luka Modric. Su incorporación fue la única que realizó el club, junto a la de Lunin, pero por el momento no ha tenido el papel esperado en estos primeros meses de competición.
Ödegaard comenzó el curso como titular. El noruego se ganaba rápidamente la confianza de Zidane, que dispuso de inicio de él en los dos primeros encuentros del curso, ante la propia Real y el Betis. Pero la derrota al descanso contra los verdiblancos llevó al técnico a dejarle en el vestuario tras el descanso. Desde entonces, su aportación al equipo ha ido disminuyendo.
Tras jugar medio partido en el Villamarín, Ödegaard sólo jugó dos minutos en los dos siguientes partidos. Después, se marchó con su selección, de donde regresó lesionado. Una lesión en el sóleo le mantuvo de baja durante seis partidos, perdiéndose entre otros el Clásico y el primer partido ante el Inter en Champions.
Ya recuperado, volvió para disputar unos minutos frente al Valencia, en la derrota por 4-1 en Mestalla. Volvería a la titularidad al regreso de las fechas FIFA de noviembre, donde no fue convocado por Noruega. En los siguientes cuatro partidos, fue titular en tres de ellos: Villarreal, Inter y Shakhtar. Disputó también unos minutos contra el Alavés, pero la derrota contra los ucranianos le llevó de nuevo a desaparecer de los planes de Zidane.
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Desde entonces, no ha jugado un sólo minuto. Ödegaard se quedó en el banquillo ante el Sevilla y de nuevo los problemas físicos le impidieron estar en el despegue del equipo. Se perdió los encuentros contra Borussia, Atlético y Athletic por unas molestias que no le permitieron estas disponible para Zidane. Una vez se recuperó, no ha vuelto a saltar al césped.
Isco por delante
En los dos últimos encuentros que ha disputado el conjunto madridista, Ödegaard ha estado a disposición de Zidane. Sin embargo, el técnico del Real Madrid no ha contado con él ni frente al Eibar ni contra el Granada. Las lesiones están marcando el primer curso del nórdico en la disciplina blanca. La falta de continuidad le ha impedido engancharse al ritmo de competición de los madridistas, que han alcanzado la velocidad de crucero con sus últimas seis victorias.
Viendo el estado de forma actual en el que se encuentra gran parte de sus compañeros, parece complicado que Ödegaard pueda adquirir en los próximos encuentros un papel más destacado dentro de los planes del técnico. Por el momento, Zidane tampoco está mostrando una confianza excesiva en él. De hecho, Isco parece estar por delante en los planes del entrenador que él. Zidane sigue empeñado en darle la oportunidad al malagueño, que sigue fuera de forma y prácticamente fuera del equipo. Pese a ello, el francés busca recuperarle, impidiendo que jugadores como Ödegaard regresen de nuevo a la dinámica del equipo.
Ödegaard, un fichaje ilusionante
La llegada de Ödegaard en verano despertó ilusión tanto en Valdebebas como en gran parte de la afición madridista. En una situación económica complicada, debido a la caída de buena parte de los ingresos a consecuencia de los efectos de la pandemia y del parón, el club optó por no realizar fichajes y reforzarse recuperando al noruego, al que le quedaba aún un año de cesión en Anoeta.
Tras su salida del Real Madrid hace cuatro temporadas rumbo a la Eredivisie neerlandesa, por fin llegaba el momento de formar parte de la primera plantilla del club que le fichó con apenas 15 años. Después de convertirse en el jugador revelación de la temporada pasada por su buena labor como txuri-urdin, los madridistas integraban en su equipo al jugador llamado a liderar el juego ofensivo del equipo durante la próxima década.
Las expectativas, tras lo visto en su primera y única temporada en la élite española, eran muy altas. Ödegaard había demostrado calidad más que de sobra para cumplir con nota a las órdenes de Zidane. Sin embargo, tres meses y medio después de su llegada, aún no ha conseguido arrancar. El noruego se encuentra en una montaña rusa marcada por las caídas provocadas por las lesiones y molestias, que le están impidiendo hacerse con el papel protagonista al que apuntaba antes de comenzar el curso.
Es cuestión de tiempo que le llegue la hora de demostrar que su llegada estaba más que justificada. El apretado calendario y el poco descanso que tienen los jugadores, terminará llevando a Zidane a introducir rotaciones en determinados encuentros. Será entonces cuando deba entrar en acción un Ödegaard que está llamado a quedarse durante bastantes años en el equipo madridista.