El Shanghai SIPG de Carvalho, Hulk y Oscar, principal amenaza antes de la final

El Real Madrid ha conocido este lunes los posibles equipos a los que enfrentará en el próximo Mundial de Clubes, que se disputará del 6 al 16 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos. El conjunto blanco se medirá en semifinales con el equipo que salga vencedor entre el campéon asiático y Al-Jazira o Auckland, mientras que en la final le esperará el campeón de la Libertadores, el representante africano o el Pachuca. Pero los de Zidane tienen que ir paso a paso y no pensar más allá que en el primer choque, aunque todavía no se sepa el rival.

A priori, el equipo más fuerte que le podría tocar es el Shanghai SIPG dirigido por André Villas-Boas y en el que juegan futbolistas de la talla de Hulk, Oscar o el ex madridista Ricardo Carvalho, que ha sido noticia en las últimas horas por ser condenado a siete meses de prisión por dos delitos fiscales cometidos en 2011 y 2012. El portugués apenas cuenta para el técnico, pero los dos brasileños sí son piezas claves del Shanghai, que todavía se está jugando su participación en el Mundial de Clubes.

Duro camino por delante

Para ello, el equipo chino debe ganar la Liga de Campeones de la AFC, la ‘Champions’ de Asia, y no lo va a tener fácil. Los de Villas-Boas empataron a uno en casa ante el Urawa en la ida de semifinales, por lo que si quieren estar en la gran final del torneo deberán conseguir un resultado positivo en Japón y superar al cuadro niponés, que le dio mucha guerra en la ida. Si termina llegando a la final, se vería las caras con el vencedor de la otra eliminatoria de semifinales, que enfrenta al Al-Hilal y al Persépolis. Los de Arabia Saudí ganaron 4-0 en la ida, por lo que llegan a la vuelta con una gran ventaja y con muchas papeletas de estar en la final.

Si el Shanghai termina alzándose con la ‘Champions’ asiática, luego tendrá que medirse al vencedor del cruce entre el Al Jazira y el Auckland, que se enfrentan en la primera ronda del Mundial de Clubes. Por nombres, el equipo chino podría ser el más complicado para el Real Madrid en semifinales, pero a los de Villas-Boas todavía le queda mucho trabajo por delante para poder enfrentarse a los blancos.