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Pasó del 5-2 al 5-6 en el tercer set ante Hurkacz

La pesadilla con final feliz de Alcaraz que ni él mismo entendió: «¿Qué me pasa?»

Carlos Alcaraz vivió una pesadilla durante el tercer set ante Hurkacz, aunque finalmente pudo llevarse la victoria

Alcaraz sale de su enredo y vence a Hurkacz para entrar en cuartos de Toronto

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz pasó a cuartos de final del Masters 1000 de Toronto en un partido en el que tuvo que remontar un set perdido ante Hubert Hurkacz, quien a su vez estuvo a punto de aprovechar uno de los mayores bajones nunca vistos en el actual número uno del mundo. Alcaraz se llevó el segundo set en el tie-break y encarriló el tercero hasta ponerse con 5-2 a favor y saque, pero entonces, un tremendo enredo le perdió y pasó a perder cuatro juegos seguidos frente a un Hurkacz que aprovechó el momento pero volvería a ceder en la muerte súbita ante un Carlitos que veía como su pesadilla acababa con final feliz.

Pongámonos en contexto. Un gran Carlos Alcaraz se lleva el segundo set en el tie-break ante Hurkacz y sella en el marcador del tercero lo que venía demostrando ya muchos minutos, que era y estaba jugando mejor que su rival. Uno y hasta dos breaks de ventaja respaldaban al tenista español, quien con 5-2 favorable se dispuso a sacar para cerrar un pase de manual a cuartos de final.

El octavo juego del tercer set, interminable, vio como la relajación de Alcaraz, con varias dejadas fallidas y algún error no forzado más, comenzaban a perder al número uno, quien veía como Hurkacz le quitaba la mitad de su botín y colocaba el 5-4, para pasar la patata caliente en forma de saque de nuevo a Carlos, quien ya había entrado en crisis y no se explicaba lo que estaba sucediendo.

Alcaraz, desconocido y superado

«¡Qué me pasa!», chillaba a su box, en el que no estaba Ferrero –se incorporará a Cincinnati con el equipo– pero sí Antonio Martínez Cascales, quien desde su veteranía intentaba poner calma a una situación que se había tornado en límite. Alcaraz volvía a perder su saque, esta vez en blanco, y el 5-5 pasaba a campar en el luminoso.

Hurkacz cumplió con su papel y se aseguró la muerte súbita del tercero, pero el polaco no estuvo todo lo feroz que requería la situación y no pudo completar la machada, permitiendo a Alcaraz reencontrarse antes de la llegada del tie-break, donde por segundo set consecutivo, Carlos marcaría la diferencia para apuntarse un partido del que se marcha con un susto tremendo, pero lo más importante, con una épica victoria debajo del brazo.