El Mutua Madrid Open potencia la igualdad con los modelos recogepelotas

La presencia de modelos masculinos y femeninos se ha convertido en tradición y uno de los rasgos distintivos en el Mutua Madrid Open. La decisión de que fueran incluidos chicos para los encuentros televisados del cuadro WTA fue implantada para la edición de 2010, la segunda en la Caja Mágica, tras las protestas de las asociaciones de mujeres que criticaban la aparición exclusiva de chicas como modelos recogepelotas en el torneo capitalino, y ahora se confirma como un éxito por la preparación, la distinción y la igualdad de la idea.

En el caso del Mutua Madrid Open, no se puede considerar que mujeres y hombres estén ahí exclusivamente por su imagen, pues además realizan un trabajo activo y óptimo para ayudar a que el juego discurra con normalidad, proporcionando comodidad para los jugadores. Son los propios protagonistas los que aseguran a este medio que la imagen equitativa mostrada por el Mutua Madrid Open es positiva para el torneo. «Hay total igualdad, y es algo que ha venido muy bien ahora que se está trabajando tanto por ello», afirman.

Más allá de la imagen y la entonces revolucionaria iniciativa de reemplazar en ciertos encuentros a los niños recogepelotas por modelos, no se puede discutir la presencia de estos en los partidos en términos de efectividad. Tanto en hombres como en mujeres, los modelos reciben un curso en el que se les prepara para que su rendimiento durante los partidos sea sobresaliente, como confirma su novena presencia de forma mixta en el Masters 1000.

En otras disciplinas deportivas como el ciclismo se ha empezado a retirar a las azafatas, si bien no por norma general, sí en ciertas carreras internacionales como la Volta a Cataluña o el Tour Down Under, mientras que en otras como la Vuelta Ciclista a España se pudo ver como se añadía a un hombre en la ceremonia de podio. El papel pasivo y de mero acompañamiento de la mujer en el deporte cada vez se va reduciendo, y en el Mutua Madrid Open han optado por otra vía de igualdad que sirve como ejemplo de normalización sin faltar al respeto a ningún colectivo.