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En una semana marcada por sus provocaciones a Nadal

Kyrgios silencia a Zverev y se hace con el título en Acapulco

Nick Kyrgios volvió a mostrar sus dos caras en el torneo de Acapulco. El australiano, uno de los tenistas más talentosos del circuito ATP, se hizo con el título en el abierto mexicano después de derrotar a Alexander Zverev (6-3, 6-4) en una final en la que se mostró superior tenísticamente. Pero su actitud chulesca volvió a hacer acto de presencia, poniéndose el dedo en la boca y pidiendo silencio en una semana en la que sus provocaciones hacia Rafael Nadal le han jugado una mala pasada.

El tenis de Kyrgios, como reconoció Nadal tras caer en octavos de final ante el australiano, debería auparle a una posición mucho más alta en el ranking –actualmente ocupa el número 72–, pero su actitud dentro y fuera de la cancha ha hecho que el personaje se coma al tenista y sólo nos quede la oportunidad de disfrutar de su talento a cuentagotas.

Acapulco ha sido el escenario de una semana de inspiración plena de Kyrgios, tenísticamente hablando. El espigado jugador de origen griego ha derrotado de forma consecutiva a Nadal, Wawrinka, Isner y Zverev hasta proclamarse campeón del ATP 500 de Acapulco, su primer título en más de un año. La final ante Zverev fue buena muestra del talento de Nick, capaz de sacar a la máxima velocidad y aguantar con éxito intercambios feroces desde el fondo de la pista. Este talento desquició a la gran esperanza de futuro del circuito, que sucumbió ante el poderío de Kyrgios.

La celebración, poniéndose un dedo en la boca pidiendo silencio, empaña en cierta medida esta victoria al igual que sucedió con sus declaraciones, en rueda de prensa y redes sociales, provocando a Rafael Nadal, ante el que había tenido una actuación de dudosa deportividad durante su encuentro de octavos de final. Kyrgios vuelve a ser héroe y villano al mismo tiempo en el circuito ATP.