Deportes
ENTREVISTA OKDIARIO

José Luis García, un hombre de fútbol: «Mi trabajo era sacar el mejor futbolista al mejor precio»

José Luis García es un hombre de fútbol. De esos que viven por y para el deporte rey. Lo hizo como jugador, cuando una inoportuna lesión adelantó su retirada cuando empezaba a despuntar, y en el resto de las parcelas que uno se pueda imaginar. Fue entrenador, donde tuvo a sus órdenes a Adama Traoré, entre otros, y también ha estado en los despachos de Hospitalet, donde coincidió con Robert Moreno, Sabadell, Algeciras y Espanyol. Ahora ve el fútbol de élite desde la barrera, mientras que disfruta y mata el gusanillo en el Planadeu.

La primera pregunta que hay que hacer a un hombre que conoce casi todas las parcelas del fútbol es cuánto cambia cada una de ellas. «Cuando eres jugador te dan órdenes. Cuando eres entrenador, tú das órdenes. Y cuando eres director deportivo, ejecutas. Son facetas diferentes y yo he pasado por todas», responde.

José Luis destaca que una de las facetas más importantes es «la formación del entrenador». «La universidad de un técnico es el campo de fútbol donde empiezas con los alevines, con los benjamines, con los cadetes y juveniles. Ahí empiezas a aprender a corregir y aprendes a dirigir».

Además, explica que esa escuela tan importante se está perdiendo. «Cuando yo era joven, un entrenador de Primera no tenía menos de 50 años. Hoy cualquier equipo regional lo lleva cualquier chaval que anteayer era jugador. Eso deriva en que el fútbol tiene una decadencia de aprendizaje».

Las adversidades

José Luis relata que como futbolista, en su mejor momento y con equipos de Primera siguiéndole, una lesión mal operada acabó con su carrera. «Yo lo asumí bien, otros compañeros míos no tuvieron la misma suerte. Empecé a entrenar en 1974 en el alevín de la Unión Deportiva de Artesanos. Por lo tanto, siempre estaba vinculado al entrenamiento», comenta.

Después, llegó el salto a los despachos. «Tuve una gran época en el Hospitalet con Miguel García como presiente, que fue ejemplar y respetuoso. Luego, me fui al Algeciras, donde viví los impagos del fútbol. De hecho, me costó dinero a mí. Y por último, el Espanyol, que es donde conocí realmente la cocina del fútbol de élite», explica.

El mundo de las comisiones

En la élite, José Luis, tuvo que lidiar con el complicado mundo de las comisiones. «Yo no me podía vender. A mí me han llegado a poner dos millones encima de la mesa de mi despacho porque, supuestamente, había un jugador que no lo conocía absolutamente nadie y que lo quería el Madrid y el Barcelona, que llegaban a pagar 25 millones de euros, pero al Espanyol venía por 10. Claro, me dio la risa. Me dio la risa a mí y a cualquiera que sea un poquito lógico. Entonces empecé a investigar y vi que el jugador no era nadie. Era una forma de sacarle un dinero a mi club y yo aquel contrato lo deshice», asegura. «Mi trabajo era sacar el mejor futbolista al mejor precio», sentencia.

Real Madrid y Barcelona, las diferencias

Tanto en el Hospitalet como en el Espanyol, José Luis ha tenido que lidiar con Real Madrid y Barcelona, aunque la opinión que tiene de cada uno de ellos es muy diferente. «Yo siempre lo he dicho y lo diré siempre, el Real Madrid es un señor. A mí jamás me ha tocado un futbolista, ni cuando estuve de coordinador en el Sabadell, ni en el Hospitalet, ni en el Espanyol», comenta.

«Del Barcelona te puedo hablar del tema de Adama. Era benjamín y yo le hacía ya jugar en el alevín. De la noche a la mañana ya estaba entrenando con el Barcelona. Nosotros hicimos una protesta, porque nunca íbamos a impedirle dar ese paso, pero no nos avisaron. Tienen la costumbre de tratar directamente con los representantes», explica.

Su vida actual

«Yo ahora estoy en el club de mi barrio. Ayudo un poquito al director deportivo, Luis Cabrera, que es un chico con mucho potencial que puede llegar lejos. También coordino los bares del club y estoy dentro con el presidente, porque además es amigo mío», finaliza.