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Menos partidos y más descanso de los jugadores

Los grandes de Europa quieren cambiar el calendario futbolístico

Los grandes clubes de Europa están decididos a pelear por un cambio del calendario futbolístico a partir de 2024

Los equipos quieren más descanso de sus jugadores y menos partidos

Los clubes están decididos a dar un golpe encima de la mesa para comenzar a cambiar un calendario tremendamente apretado. Los jugadores no pueden descansar por culpa de los muchos compromisos que tienen a lo largo de la temporada con sus equipos y selecciones. Cada vez las competiciones están más comprimidas y muchos futbolistas no son capaces de poder jugar todos los torneos, lo que hace que las entidades salgan perjudicadas, ya que no pueden contar con los profesionales a los que pagan.

Un ejemplo habitual se vive en la Supercopa de Europa. Cuando este torneo coincide con una competición internacional -Eurocopa, Copa América o Mundial-, los clubes no pueden contar con algún jugador clave ya que no han tenido tiempo suficiente para descansar.

Por ello, los grandes clubes del continente han decidido unirse con el objetivo de comenzar a cambiar las cosas a partir de 2024. No se puede hacer antes ya que hasta ese año el calendario está totalmente cerrado. Además de los diferentes torneos que juegan los equipos durante el curso, al principio de 2019 se disputará la Copa de Asia y en verano la fase final de la Liga de las Naciones, la Copa América y la Copa de Oro. Además, a final de año llegará el turno de la Copa de África. En 2020 se celebrará la Eurocopa, mientras que en 2021 se disputará otra edición de la Liga de las Naciones, de la Copa de África y la Copa Confederaciones. 2022 será año de Mundial y en 2023 por el momento sólo es oficial la disputa de la Copa de África en Guinea y la Copa América en Ecuador.

Por lo tanto, sería a partir de 2024 cuando los clubes den un paso al frente que puede cambiar la organización del fútbol tal y como la conocemos. Ese año ya está fijada la celebración de la Eurocopa en Alemania, y los clubes, encabezados por Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y la ECA (Asociación Europea de Clubes), quieren comenzar con su cambio.

Lo primero que van a tratar de conseguir los clubes es que los jugadores descansen un mes al año, ya que las vacaciones de muchos futbolistas no superan los 15 días. Esto provoca que a corto y medio plazo terminen apareciendo fatiga y lesiones que sufren las entidades. Para ello, quieren reducir el número de partidos que juegan los equipos y buscarán unificar competiciones como la Eurocopa y la Copa América para que se disputen en los mismos años y en fechas similares.

Agnelli ya manifestó en su intervención en la III edición del World Football Summit que se celebró en Madrid que le «gustaría ver una reducción general de partidos». «Hay ligas que juegan 53 partidos y otras 43. Esta diferencia entre ligas es enorme. Hay que armonizar la diferencia para que se juegue lo mismo», explicó.

Más exposición mediática

Por otro lado, los clubes ya trabajan para crear una tercera competición que permita a los equipos con menos recursos poder jugar en Europa, lo que les facilitará obtener más ingresos y repercusión.

Además, otro aspecto en el que quieren avanzar es que clubes de grandes ciudades que llegaron a dominar el fútbol continental entre los años 60 y 80 y que han perdido muchísimo protagonismo vuelvan a ser competitivos. Ejemplos como el del Ajax, Celtic o Benfica, que su único objetivo en Europa es superar la fase de grupos cuando disputan la Champions, han visto como ha disminuido su peso internacional en favor de las instituciones más grandes -Real Madrid, Barcelona, Bayern, PSG, Juventus, United o Liverpool-.

Los clubes también buscarán que el reparto televisivo en países como Holanda, Escocia o Portugal, donde se venden más caros los derechos de la Premier que los de sus propias ligas, se equilibren.

Con todos estos cambios, los clubes están decididos a realizar una transformación en el fútbol europeo para conseguir revertir la actual situación de desequilibrio competitivo y crear un balompié que ‘regrese’ a los orígenes.