CHAMPIONS LEAGUE: REAL MADRID VS JUVENTUS

La gran duda de Allegri para Cardiff: tres centrales o Cuadrado de extremo

La gran duda de Allegri para Cardiff: tres centrales o Cuadrado de extremo
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Las espadas están en lo alto de cara a la final de la Champions League, y el técnico de la Juventus, Massimiliano Allegri, sigue dándole vueltas a la alineación con la que formará de inicio en el partido más importante de la temporada. Barzagli o Cuadrado, Cuadrado o Barzagli. En un once con diez plazas inamovibles, el central y el extremo pueden suponer un cambio de rumbo de cara a cómo afrontar el choque contra el Real Madrid. 

Allegri, criado en Livorno, curtido en Milán y confirmado en Turín, encuentra ahora uno de sus momentos de máxima inspiración con la Juventus, que quiere levantar su primera Copa de Europa del siglo gracias, en buena medida, a las trampas que pueda tender su entrenador al vigente campeón.

En la eliminatoria de cuartos de final frente al Mónaco, Allegri decidió innovar con un plan B que ya se ha convertido en plan A para las grandes noches de Champions, y por ello, favorito para el encuentro frente al Real Madrid. Este consiste en volver a lo tradicional, la BBC en defensa –Barzagli, Bonucci y Chiellini– y sacrificar un jugador del poblado centro del campo bianconero.

No se trata de una defensa de cinco hombres al uso, a pesar de que en el once de Allegri pueda aparecer un repóker de nombres de defensores de élite. Hablamos de un híbrido que tiene en la posición de Dani Alves a la pieza que provoca el efecto dominó que hace variar el sistema, de una suerte de 5-2-3 asimétrico a un 4-2-3-1, si el ex del Barcelona se coloca como extremo.

Dani Alves, el elemento clave

Cabe indicar que, si se confirma lo esperado, Isco será titular en el Real Madrid, por lo que Zidane renunciará a tener extremos al uso y eso puede explicar la alineación de Alves como extremo, dejando a Barzagli de falso lateral derecho, cerrando mucho su posición y atendiendo a los movimientos del teórico punta izquierdo, Cristiano Ronaldo.

Dani Alves en ataque vs Mónaco, jugando por delante de la defensa.

La profundidad por esa banda la provocarán las caídas de los delanteros e Isco y Marcelo, más asociativo que veloz, y que llegaría desde muy atrás…. perseguido por un Alves que puede abandonar la posición de defensor pero nunca la mentalidad. Con el paso de los minutos y si esto no funciona o el resultado es favorable, podría variar el sistema, colocando a Alves y Alex Sandro como carrileros y la BBC juventina cerrando con tres en el área.

Alves parte desde el extremo en salida de balón, como centrocampista, porque acude a zonas interiores y pocas veces opta por el desborde. Esta libertad posicional es la que le dio la oportunidad de asistir en tres ocasiones, y golear, en cuartos de final. En defensa puede variar según el resultado, pero, al menos en la eliminatoria frente al Mónaco, el brasileño no formaba parte de la zaga, si no que llegaba desde líneas ofensivas para ayudar a Barzagli y montar un doble lateral en fase defensiva.

Dani Alves en defensa vs Mónaco. Ayudas al lateral y libertad para presionar.

Cuadrado, peligro a la contra

Sin embargo, no hay que descartar ni mucho menos otra táctica dentro del cuaderno de Allegri. La alternativa, que de no ser puesta en práctica de inicio podría acometerse en la segunda mitad, reside en el cambio de cromos entre el extremo Cuadrado y Barzagli, un central de la vieja escuela, expeditivo pero sin gran cintura.

Con ello, la defensa de cuatro hombres resultaría innegociable y Alves pasaría a ser lateral derecho a tiempo completo, con Cuadrado por delante como extremo de recorrido y tratando de penalizar al contraataque al Real Madrid. Esto le funcionó muy bien al técnico contra el Barcelona, pero, a pesar de que Marcelo es un lateral al que se le puede dañar la espalda, la transición defensiva del Real Madrid no es, ni mucho menos, tan débil como la del eterno rival. Alves no está en su plenitud física y eso se nota en defensa, por lo que una línea de cuatro con él de lateral se puede antojar corta en toda una final de Champions frente al último vencedor de la competición.

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