Para esto ha quedado Bale: para marcar a Las Palmas, Leganés…

Gareth Bale volvía a la titularidad con el Real Madrid, tras tres partidos sin hacerlo. El galés acaparaba todos los focos frente al Leganés, tras sus discutidas últimas actuaciones y ante la falta de las principales estrellas del conjunto madridista. El partido no fue el mejor del conjunto madridista, que de nuevo volvió a dejar claro que LaLiga este año no va con ellos. Entre todo, Bale fue de lo más destacable del conjunto madridista.

Desde el primer minuto de juego se le vio muy enchufado. Partía desde la derecha, formando parte de un tridente inédito en el conjunto madridista, que contaba con Mayoral en lugar de Cristiano. Robaba en la medular, combinaba, conducía y trataba de aprovechar las ocasiones de las que iba disponiendo. Bale hacía de todo y llevaba la batuta de los de Zidane en ataque.

En la primera que tuvo ya dejó claro que quería dejar muestras de su presencia en el terreno de juego. Recuperó un balón en el medio campo e inició una jugada que acabó con un disparo suyo desde la frontal que no encontró puerta. Todo ello, teniendo a Achraf entrando solo en el área.

Más suerte tendría en la siguiente, que mandó dentro. Nadie le esperaba, pero allí estaba él, en el área pequeña para poner el 1-0 en el marcador. El conjunto madridista elaboraba una jugada desde la banda izquierda que le llegó a Benzema, que remató ante un defensor pepinero y el balón muerto lo aprovechó Bale para mandarlo al fondo de la portería de Cuéllar.

A partir de ahí, el Madrid se relajó. El conjunto del sur de la capital se empezó a venir arriba y Bale fue poco a poco desapareciendo del terreno de juego, al igual que el resto de sus compañeros. Sólo se le veía en las intermitentes acciones que iban teniendo los locales.

Con el cambio de Benzema, en el minuto 62, el galés se quedaba el brazalete de capitán. Era la primera vez desde su llegada al Madrid, en el verano de 2014, que el Expreso de Gales se quedaba en el terreno de juego como líder de los madridistas. Y así aguantó hasta el final del tiempo reglamentario, pues Zidane decidió, en esta ocasión, no sustituirle.