Egipto ataca sin piedad a Ramos: le llaman «carnicero» y piden «que Dios se encargue» de él
Salah se lesionó en una acción con Ramos durante la final de la Champions
Los medios de comunicación de Egipto han calificado de «carnicero» a Sergio Ramos. La gran estrella de su combinado, Mohamed Salah, se lesionó en una acción con el capitán del Real Madrid y las principales portadas de los rotativos iban destinas al central blanco.
El periódico Al Masry al Youn titula: «Una noche en la que los egipcios lloraron, Ramos, el carnicero, dislocó el hombro de Salah», junto con una foto del delantero umbado en el suelo. Otro de los rotativos más importantes, Al Watan, mostró su enfado con el madridista: «Que Dios se encargue, Ramos».
Asimismo, el periódico Al Ahram habló sobre «el alivio de la calle egipcia tras el informe médico de Salah» que es optimista sobre sus opciones de recuperarse a tiempo para el Mundial de Rusia. Según informa la prensa egipcia, el primer parte médico del Liverpool confirma que el jugador llegará a la cita con su selección.
Salah cayó en una mala posición a los 29 minutos de partido tras una pugna con Sergio Ramos y se dañó el hombro izquierdo. El capitán del Real Madrid se ha encargado de mandarle ánimos y una pronta recuperación a través de las redes sociales.
Lo último en Deportes
-
Histórico Sorloth: marca a la Real Sociedad un póker de goles en 23 minutos
-
Jornada 35 de la Liga: resumen de los partidos
-
Juan Iglesias se encara con un aficionado tras la derrota del Getafe: «Luego pides las camisetas»
-
Marc Márquez arrasa al sprint en Le Mans con Álex segundo y caída de Bagnaia
-
Marc Márquez: «No me tengo que equivocar, pero la sensación es buena»
Últimas noticias
-
Europa amenaza a Putin con sanciones a sus sectores energéticos y bancarios si no acepta una tregua
-
Histórico Sorloth: marca a la Real Sociedad un póker de goles en 23 minutos
-
El Papa León XIV visita este sábado por sorpresa la tumba de Francisco en Santa María la Mayor
-
Jornada 35 de la Liga: resumen de los partidos
-
2-1. Victoria agónica para seguir soñando con Europa